Más de un lector podrá dudar de la
veracidad del Índice de Libertad Económica, en general, y de la calificación de
6.6, en particular, y pensar que en México no estamos tan mal, y que la
libertad económica está, en gran medida (ojo: la libertad no es cuestión de
grado, sino de principio), reconocida plenamente, definida puntualmente y
garantizada jurídicamente por el Estado y sus leyes. No es así, y para botón de
muestra sirva el siguiente ejemplo, tomado del Índice de Libertad Económica.
Me refiero a los derechos de
propiedad, entendidos como la posibilidad de que las personas acumulen
propiedad privada, reconocida por leyes y garantizada por el gobierno, siendo
más importante lo segundo - reconocida por leyes y garantizada por el gobierno
-, que lo primero - posibilidad de que las personas acumulen propiedad privada
-. ¿Calificación en la materia? 5 sobre 10, es decir, ¡reprobados!
Para entender lo anterior hay que
tener en cuenta, uno, que la condición de posibilidad de la libertad individual
es la propiedad privada y, dos, que la propiedad privada se ve amenazada, sobre
todo, por el poder recaudatorio del gobierno. Vamos por partes.
La
propiedad es la condición de posibilidad de
La
propiedad privada se ve amenazada, sobre todo, por el poder recaudatorio del
gobierno,
poder que en México es total, ya que basta y sobra que el Ejecutivo Federal
proponga cobrar más impuestos, y que los legisladores lo aprueben, para que el
gobierno termine obligando al contribuyente a entregar una mayor parte del
producto de su trabajo, lo cual quiere decir que en México el derecho de
propiedad sobre los ingresos no está, ni plenamente reconocido, ni puntualmente
definido, ni jurídicamente garantizado, lo cual nos ayuda a entender la
calificación de México en materia de derechos de propiedad, ¡5.0!, lo cual
supone que el mexicano sí puede acumular propiedad privada, pero solamente por
un determinado período de tiempo, hasta que aparece el recaudador, ya que la
misma no está, para cualquier efecto práctico, ni reconocida por las leyes, ni
garantizada por el gobierno.
Hay que distinguir entre la
independencia de los ciudadanos, de un país, con relación al gobierno de otra
nación, independencia que es la que hemos estado celebrando estos días, y la
libertad de los gobernados de una nación con respecto a su gobierno, libertad
que, sobre todo en el ámbito económico, deja mucho que desear, y lo deja por la
violación sistemática que el gobierno hace de la propiedad privada, ¡que es la
condición de posibilidad de la libertad!, violación que se concreta cada vez
que el gobierno cobra impuestos con fines redistributivos,
es decir, cada vez que le quita a unos para darle a otros, sin olvidar que hoy
gobernar es sinónimo de redistribuir.
Frente a la libertad económica, que
parte del respeto irrestricto a la propiedad privada, la independencia de los
ciudadanos de un país con relación al gobierno de otra nación, la que hemos
celebrado recientemente, es lo de menos. Sí: lo de menos. Por eso mi pregunta:
¿independencia?