12/16/2010
Sueldos de maestros
Sergio Sarmiento
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Quizá no debería sorprendernos. Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, a quien las autoridades consideran como cabeza de la banda de La Familia Michoacana, tiene una plaza de maestro en una escuela de Michoacán. Para tranquilizar las cosas la Secretaría de Educación Pública del estado señala que ya no se le está pagando. Desde el 2009, cuando se hizo evidente que el maestro era también narcotraficante, sus cheques empezaron a ser devueltos a la Secretaría de Finanzas del estado. Nadie sabe cuánto tiempo cobró el narcotraficante sin presentarse a trabajar en su puesto. Las propias autoridades señalan que la plaza no se puede cancelar mientras La Tuta no esté en prisión preventiva o bajo arresto por una autoridad judicial.

No es éste el único caso de un narcotraficante que tiene una plaza como maestro. Recientemente también se dio el caso de El Profe, Eduardo Ramírez Valencia, presunto integrante de Los Zetas, fue detenido en Huejutla por la Policía Federal, quien lo acusó de ser el capo regional en Hidalgo de esa organización. Posteriormente se dio a conocer que Ramírez Valencia era hasta ese momento director de la escuela primaria General Felipe Ángeles.

Es difícil pensar que un narcotraficante haya podido trabajar tiempo completo como director de una escuela primaria pública. O el funcionario no se presentaba a cumplir con sus responsabilidades, pese a lo cual mantenía el cargo, o las autoridades han cometido otro error y han detenido a un inocente.

También en Hidalgo la ex candidata al gobierno del estado, Xóchitl Gálvez, ha presentado una denuncia ante la Fepade, la Fiscalía para Delitos Electorales, con pruebas de que un grupo de integrantes de la reciente campaña electoral por el gobierno del estado trabajaban como maestros en el sistema de educación pública del estado. Según Xóchitl, esa participación se podía dar precisamente porque el gobierno estaba pagando sus sueldos.

Lo que más inquieta de estos casos es que el gobierno pague sueldos de maestros a personas que no se presentan a trabajar. Ojalá pudiéramos decir que se trata de una excepción. Pero cada vez se acumula más información que sugiere que el gobierno simplemente no sabe a quién está pagando los sueldos de maestros.

Hace meses la organización Mexicanos Primero exigió a la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal que diera a conocer el padrón completo de maestros en el país. El resultado fue un reconocimiento de que la SEP no tenía esta información. Los sueldos se pagan puntualmente, pero nadie sabe quién los cobra. En el Presupuesto de Egresos de la federación para el 2011 hay un párrafo que supuestamente obliga a la SEP a hace público este padrón en mayo del 2011.

Nadie sabe, por supuesto, si la SEP cumplirá esta promesa. De lo que no cabe duda es que por años hemos estado pagando sueldos de maestros sin saber quién los está recibiendo. Con razón el dinero que el Estado mexicano gasta en educación no ha servido para elevar el nivel de instrucción de nuestro país.



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