Asuntos Capitales

Contradicciones ¿del PRD o del IFE?

“El PRD viola el principio de no contradicción al descalificar el mismo proceso de elección del IFE que acepta como válido para los triunfos de sus candidatos.”


Luis Pazos
JUEVES, 20 DE JULIO DE 2006

La verdad lógica implica una concordancia entre lo que afirmamos y el objeto del que se afirma, una identidad entre el juicio y la realidad. Los perredistas piden que se cuente voto por voto, ignorando una gran realidad que involucró a más miembros de la sociedad que los asistentes a cualquier manifestación. Esa realidad es la función del Instituto Federal Electoral. Se gastaron 5.7 mil millones de pesos para un proceso que implicó conformar un padrón de 71.3 millones de ciudadanos con credencial de elector con fotografía, que todos los partidos aceptaron como confiable. Convocar y capacitar a cerca de un millón de ciudadanos, seleccionados por sorteo, para que estuvieran en las casillas. Instalar, el domingo 2 de julio, 130,477 casillas a lo largo y ancho del país con la presencia de representantes de todos los partidos, a la vista de la prensa y de observadores nacionales e internacionales. En esas casillas votaron 41.8 millones de mexicanos.

 

El conteo voto por voto empezó inmediatamente después de terminar de sufragar los ciudadanos. En 127,607 casillas, el 97.8% del total, la suma de votos y las actas levantadas por los funcionarios de casillas ante los representantes de partidos no arrojaron irregularidades, como lo avalaron con su firma los mismos representantes del PRD. En 2,870 casillas, el 2.2% del total, hubo dudas. Los consejos distritales ordenaron que se volvieran a contar los votos en presencia de los representantes de los partidos y en el 95% de esas casillas se ajustaron totales. Sólo en 120 casillas (0.1% del total) persistieron desacuerdos. Hasta ahí la elección era considerada ejemplar y transparente para todos los partidos. Nadie hablaba de fraude. El problema empezó cuando la suma aritmética de los votos de todas las casillas no favoreció al candidato presidencial del PRD. Entonces los líderes de ese partido de izquierda empezaron a descalificar el proceso electoral sin razón suficiente ni pruebas concretas.

    

La violación de otro principio lógico, el de no contradicción, se da flagrantemente al aceptar el PRD los triunfos de sus candidatos a jefe de gobierno en el D.F., en 14 delegaciones en la ciudad de México, en 123 diputaciones federales y en 29 escaños del senado, obtenidos en las mismas casillas, con los mismos votantes y ante las mismas autoridades electorales, que sumaron y confirmaron los votos para presidente. El PRD viola el principio de no contradicción al descalificar el mismo proceso de elección del IFE que acepta como válido para los triunfos de sus candidatos.

 

A pesar de esas posiciones contradictorias, cuya falsedad es identificada por cualquier buen estudiante de lógica de secundaria, hay escritores, artistas, maestros e “intelectuales” que apoyan los ilógicos y falaces reclamos del PRD.