Asuntos Capitales

El PRI ¿pa trás como los cangrejos?

“Lo siento por los priístas valiosos, varios de los cuales en privado se avergüenzan de los espectáculos que están dando los dirigentes y precandidatos de su partido.”


Luis Pazos
MIÉRCOLES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2005

Aunque todavía hay priístas valiosos, el PRI no ha podido o querido evolucionar hacia un verdadero partido democrático. Sus procesos internos de selección de dirigentes y candidatos están plagados de prácticas antidemocráticas. Sus propios miembros calificaron de “cochinero” la elección para presidente del partido. La hasta hace poco Secretaria General del PRI denunció violaciones a su reglamento interno y el incumplimiento de pactos políticos celebrados entre dirigentes.

 

La ventaneada a uno de los precandidatos del PRI por el otro precandidato para sacarlo de la competencia, nos recuerda la vieja práctica priísta, consignada en las novelas de Luis Spota, famosas en los años 80, en que daban a conocer datos sobre la corrupción de un priísta como castigo por no aceptar al candidato oficial.

 

Hay claras evidencias, no tan sólo de la ausencia de evolución hacia la democracia en el PRI, sino de su regreso a prácticas utilizadas cuando tenían el monopolio del poder. Es difícil que los ciudadanos que razonan y no están comprometidos con ese partido, voten por cualquier candidato que aparezca con la “marca” PRI.

 

Lo siento por los priístas valiosos, varios de los cuales en privado se avergüenzan de los espectáculos que están dando los dirigentes y precandidatos de su partido.

 

El PRI ha desperdiciado el capital político que mantuvo después de perder la presidencia. En lugar de consolidarse como un verdadero partido político democrático a través de los gobiernos estatales y legisladores que conservaron, la lucha por el poder en sus filas y las divisiones, los ha llevado a tal desprestigio que si ahora fueran las elecciones presidenciales, quedarían en un lejano tercer lugar.

 

El miedo de muchos ciudadanos es que el grupo que ha monopolizado el poder en el PRI, aplique las mismas medicinas recetadas a sus propios compañeros a los candidatos de los otros partidos. Y si vuelven al poder lo monopolicen como lo hicieron durante casi todo el siglo pasado.