Asuntos Capitales
Narcos ¿quitarles el mercado?
“El doctor en psicología, Mauricio Nelligan, estadounidense radicado en México, me comentó una experiencia que, de generalizarse, puede reducir las ganancias de los narcotraficantes y ayudar a controlar el mercado ilegal de drogas.”
Luis Pazos
VIERNES, 4 DE MAYO DE 2007
El doctor en psicología, Mauricio Nelligan,
estadounidense radicado en México, me comentó una experiencia que, de
generalizarse, puede reducir las ganancias de los narcotraficantes y ayudar a
controlar el mercado ilegal de drogas. Hace unos años el Dr. Nelligan fue invitado a colaborar en una clínica de ayuda a
drogadictos en Los Ángeles, California. En la clínica les daban a los adictos a
la heroína un sustituto llamado metadona, con el
compromiso de acudir una vez al mes a una entrevista con un psicólogo.
Los
resultados de esa experiencia -me comentó el doctor Nelligan-
fueron que más del 70% siguieron consumiendo la droga, pero más del 90% se
integraron a la sociedad y estabilizaron su vida familiar. Al darles la droga
en la clínica, la mayoría dejó de robar y delinquir. Muchos de ellos
encontraron un empleo y ya no representaron un peligro para la sociedad. En
las calles la dosis diaria para un heroinómano o cocainómano anda entre 100 y
300 dólares, lo que obliga a la mayoría de ellos a cometer ilícitos. Si el
gobierno les aplica la droga en clínicas y hospitales a quienes están
dispuestos a registrarse en un padrón anónimo y comprometerse a entrevistarse
una vez al mes con una trabajadora social o psicólogo, se lograría reducir
sustancialmente la delincuencia, reintegrar a los adictos a su familia y a la
sociedad. Por otro lado, se les quitaría una tajada del mercado a los
narcotraficantes. Las
leyes que castigan al narcotraficante seguirían igual. Pero al suministrar a
los adictos a un precio bajo sus dosis diarias bajo vigilancia médica y
psicológica, se reduce sustancialmente el mercado ilegal de droga.
Probablemente los adictos ricos, que no necesitan robar para su droga, no
tengan interés de ir a un hospital a recibir una dosis, pero los enfermos
humildes y de clase media, quienes son los principales clientes de los narcos, serían sacados de ese mercado. Si
los legisladores mexicanos y norteamericanos logran aterrizar reformas que les
quiten mercado a los narcotraficantes, se daría un gran paso para controlar uno
de los grandes problemas sociales, que tantas vidas, recursos e inseguridad han
cobrado en Iberoamérica y en los EUA, principal
demandante de estupefacientes. |