Asuntos Capitales
Enriquecimiento ¿para hacer política?
“El que "robó pero hizo" era el mejor funcionario público al que podía aspirar la sociedad. El mal político era aquel que robaba pero no hacía nada.”
Luis Pazos
MIÉRCOLES, 7 DE DICIEMBRE DE 2005
Durante casi
todo el siglo pasado los mexicanos vieron con naturalidad y resignación a los
puestos públicos como una fuente de enriquecimiento. Amasar grandes fortunas
durante el ejercicio de un cargo público era un hecho cotidiano en el sistema
político mexicano. El
comentario “robó pero hizo” era considerado un cumplido para aquel político que
se había enriquecido pero había hecho obra. Ese tipo de funcionario era lo
mejor a lo que podía aspirar Con el
advenimiento de la democracia y con diversos partidos en el poder, una ley de
transparencia a nivel federal y medios de comunicación libres, los mexicanos ya
podemos aspirar a políticos que hagan y no roben. La nueva cultura de no
considerar el puesto público como una fuente natural de enriquecimiento ya está
permeando en la sociedad mexicana. Pero todavía
en varios estados y municipios se resisten a instrumentar una ley de
transparencia igual a la implementada por el gobierno federal en esta
administración. Hay funcionarios que siguen actuando como en el siglo pasado.
Se sienten dueños del patrimonio que manejan. Una de las justificaciones para
enriquecerse, que aludían los políticos del viejo régimen es “necesitamos
dinero para hacer política”. Con la excusa de que esos recursos los van a
invertir en precampañas y campañas de candidatos de su partido, toman dinero de
empresas estatales y de las arcas gubernamentales con el teórico objetivo de “hacer
política”. No es un
delito que los políticos y funcionarios públicos tengan dinero o inmuebles en
México o en el extranjero, pero es cuestionable si no hay un origen lícito y
claro de los recursos para adquirirlos. En las democracias más avanzadas los
que se meten a la política son los que ya tienen dinero, no buscan hacer
política para tener dinero. A pesar de
las exageraciones y acusaciones injustas de algunos medios de comunicación, es
mejor este ambiente de libertades al anterior, donde había impunidad. Cada día un
mayor número de ciudadanos quieren que nos gobiernen quienes no tan sólo hagan,
sino también sean honestos y no se enriquezcan con los dineros públicos. |