Asuntos Capitales

Cuba y Puerto Rico, enseñanzas

“Más allá de dogmas, demagogia, retórica, simpatías y antipatías, los diferentes niveles de vida alcanzados por cubanos y puertorriqueños en los últimos 58 años y las libertades políticas de que gozan y carecen los habitantes de cada isla, en base a un análisis objetivo y sin apasionamientos, nos brindan grandes enseñanzas.”


Luis Pazos
VIERNES, 22 DE FEBRERO DE 2008

Si analizamos la situación económica y política de Cuba y Puerto Rico, más allá de posiciones retóricas y dogmáticas, podemos encontrar profundas enseñanzas para el futuro de nuestros pueblos.

 

En 1950 Cuba tenía un Ingreso por Habitante de 344 dólares, 23% mayor al de Puerto Rico, que en ese entonces era de 279 dólares. En la década de los 50 las dos islas empiezan a tomar caminos diferentes. En Cuba durante el gobierno del dictador Fulgencio Batista se iniciaron las guerrillas. En 1953 Castro trató de derrocar a ese dictador. Lo logra a finales de esa década. Puerto Rico en 1949 tiene sus primeras elecciones democráticas.

 

En 1950 Puerto Rico nace como un “estado libre asociado” a los EUA. De los años 50 a la fecha, los puertorriqueños han tenido once elecciones libres. Han elegido a sus gobernantes entre cuatro partidos existentes, que se han alternado seis veces en el poder. Los gobernantes solamente pueden reelegirse una sola vez después de haber sido electos. Los puertorriqueños tienen mucho mayor poder para quitar y poner a sus gobernantes que en Cuba, donde legalmente solamente existe un solo partido, el Partido Comunista. Todos los demás son considerados ilegales.

 

En los últimos 49 años Cuba ha sido gobernada por una misma persona. El régimen cubano constituye la dictadura más vieja, junto con Corea del Norte, de la historia moderna. Políticamente en Puerto Rico hay democracia; en Cuba, dictadura. En lo económico, basta visitar las dos islas para ver las tremendas diferencias en los niveles de vida. En el 2005 (último dato disponible) el Producto per cápita en Cuba andaba por los 4,000 dólares; en Puerto Rico ese año fue de 19,300 dólares, casi cinco veces mayor al de los cubanos.

 

Más allá de dogmas, demagogia, retórica, simpatías y antipatías, los diferentes niveles de vida alcanzados por cubanos y puertorriqueños en los últimos 58 años y las libertades políticas de que gozan y carecen los habitantes de cada isla, en base a un análisis objetivo y sin apasionamientos, nos brindan grandes enseñanzas.