Asuntos Capitales

Nacionalismo petrolero ¿alcahuete de corrupción?

“Durante toda su existencia PEMEX ha contratado camiones pipas a particulares, muchos de ellos propiedad de familiares de políticos, líderes o de quienes les han dado fuertes sumas para obtener la “concesión”. A esos contratos no hay académicos de izquierda que los tachen de “inconstitucionales”; pero sí a la iniciativa del Presidente Calderón que propone que particulares puedan transportar productos de PEMEX a través de ductos en lugar de costosas pipas. Los defensores de la soberanía que ven amenazados sus oligopolios de pipas al servicio de PEMEX descalifican la propuesta.”


Luis Pazos
VIERNES, 13 DE JUNIO DE 2008

La defensa de valores nacionales o nacionalismo es manipulada para mantener legislaciones contradictorias que permiten o prohíben el mismo acto según conviene a políticos, seudo-empresarios y líderes obreros corruptos.

 

Durante toda su existencia PEMEX ha firmado contratos con empresas privadas para la exploración, extracción, transportación y refinación de petróleo, pero cuando se trata de cambiar la legislación para introducir contratos de asociación que dificultan la intermediación de empresas fantasmas y las comisiones bajo el agua, aflora la oposición de grupos dizque nacionalistas y defensores de la soberanía.

 

Durante toda su existencia PEMEX ha contratado camiones pipas a particulares, muchos de ellos propiedad de familiares de políticos, líderes o de quienes les han dado fuertes sumas para obtener la “concesión”. A esos contratos no hay académicos de izquierda que los tachen de “inconstitucionales”; pero sí a la iniciativa del Presidente Calderón que propone que particulares puedan transportar productos de PEMEX a través de ductos en lugar de costosas pipas. Los defensores de la soberanía que ven amenazados sus oligopolios de pipas al servicio de PEMEX descalifican la propuesta.

 

Desde hace décadas PEMEX procesa petróleo en refinerías privadas en el extranjero. Paradójicamente los funcionarios que armaron esa asociación, ahora critican la iniciativa del Presidente Calderón que propone que también en México, no sólo en el extranjero, los particulares puedan maquilar gasolina a PEMEX.

 

Esas posturas absurdamente contradictorias, caldo de corrupción, han sido tomadas por los radicales del PRD para recobrar simpatizantes. A esa izquierda revanchista –como lo documento en el libro “Los dueños de PEMEX”- sólo le interesa usufructuar los mitos petroleros como bandera para escalar el poder, sin importarle que esas posturas demagógicas generen una mayor descapitalización, ineficiencia y corrupción en el sector petrolero.