Asuntos Capitales

A cinco años ¿faltó crecimiento?

“El balance, más allá de ideologías, simpatías y antipatías, es positivo y podría haber sido mejor si la oposición hubiera visto un poco más allá de sus intereses partidistas.”


Luis Pazos
MIÉRCOLES, 28 DE DICIEMBRE DE 2005

En los últimos cinco años México no creció como todos hubiéramos querido. A finales del año 2000, para infortunio del Presidente Fox, la economía de Estados Unidos dejó de crecer a los niveles de los años anteriores. Los factores que mayor dinamismo mostraron en la década de los 90 fueron los ligados a las exportaciones a los Estados Unidos. Es por ello la urgencia del Presidente Fox, desde el principio de su gestión, de implementar reformas que nos hicieran más competitivos internamente y así compensar la caída del crecimiento en los Estados Unidos.

 

Desde el primer año del gobierno de Fox se publicaron análisis donde se demostraba que mediante las llamadas reformas estructurales: fiscal, laboral y energética, se podían obtener mayores empleos y más altos crecimientos. Pero la negativa de los legisladores de oposición, PRI y PRD, a esas reformas fue rotunda. Por lo tanto, la responsabilidad del bajo crecimiento es básicamente de quienes se opusieron a reformas que hicieran más competitivo al país.

 

El Presidente Fox, como lo hicieron en otras décadas presidentes anteriores, podía haber logrado mayores crecimientos transitorios por la vía del mayor déficit público, pero entonces la inflación en lugar de andar por el 3% sería del 8% por lo menos. Esos niveles de inflación, además de generar presiones devaluatorias, a los que más les pega, como nos lo enseñan las décadas de los 70 y 80, es a los trabajadores y a la clase media en general.

 

Si queremos juzgar objetivamente los cinco años de Fox no podemos ver sólo el crecimiento, el cual se dio en proporciones parecidas a los de Estados Unidos y Canadá en mayores porcentajes que en Europa. Debemos reconocer que en estos cinco años hemos tenido la menor inflación promedio de los últimos 30 años, el primer aumento de salarios reales en las últimas tres décadas, la menor devaluación de los últimos 30 años y las tasas de interés más bajas del último cuarto de siglo. Millones de mexicanos ahora pueden adquirir casas a intereses a menos de la mitad que en el 2001 y al doble de años que cuando se inició este sexenio.

 

El balance, más allá de ideologías, simpatías y antipatías, es positivo y podría haber sido mejor si la oposición hubiera visto un poco más allá de sus intereses partidistas.