Una de las causas de una policía poco capacitada, de las inundaciones cuando hay lluvia, la inseguridad, los embotellamientos y la impunidad de los grupos políticos que cierran vialidades, es que los últimos gobiernos del D.F., han dirigido principalmente sus esfuerzos a alcanzar la presidencia de la República más que a resolver las necesidades de los habitantes de la ciudad de México.

La mayoría de los programas sociales de los gobiernos del D.F., tienen como principal objetivo ganar votos y aumentar el número de ciudadanos dispuestos a acudir a mítines al zócalo, no el reducir la pobreza. Millonarios recursos del gobierno del Distrito Federal presuntamente son destinados a cubrir las giras de un ex candidato del PRD, que está en campaña permanente.

Nunca había habido tantos recursos en el gobierno del Distrito Federal, sin embargo, los problemas no se solucionan, sino se agrandan. Ya es hora que los gobernantes del Distrito Federal definan sus objetivos. Durante años fue un ayuntamiento, que servía a sus habitantes, después un Distrito Federal por ser el asiento del Poder Ejecutivo. Cuando hay manifestaciones dicen los gobernantes del D.F. que son por problemas federales y no hacen nada; pero cuando les conviene, le entran a opinar y a realizar “consultas” sobre problemas del ámbito federal. Sus funciones deberían ser las de una alcaldía, como en Washington, París, Tokio, Moscú y Buenos Aires. Dedicarse a resolver los problemas de los ciudadanos del D.F., no a oponerse sistemáticamente a los planteamientos del gobierno federal.

Son legítimas las aspiraciones a la presidencia de los perredistas jefes de gobierno del D.F., pero no se vale que en perjuicio de los ciudadanos de la ciudad de México se utilicen cotidianamente programas, esfuerzos y recursos para buscar la Presidencia de la República, a la vez, que obstaculizan y descalifican todos los esfuerzos del gobierno federal para coordinar acciones entre los diversos niveles de gobierno en beneficio de la población.