Durante un seminario sobre Educación Financiera, Protección al Consumidor y Competencia, organizado en Querétaro por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores, la OCDE y la Secretaria de Hacienda, Manlio Fabio Beltrones, Presidente de la junta de Coordinación Política del Senado y líder de la fracción priista, sugirió organizar otra reunión parecida para analizar por qué México, a pesar de los altos ingresos petroleros, abundantes recursos naturales y de contar con una frontera con el país que más compra en el mundo, es el de menor crecimiento entre los países de Iberoamérica.

A pesar de la desaceleración en los Estados Unidos, Brasil, Chile, Colombia, Perú, China y la India tendrán en el 2008 mayores crecimientos que México. Son varias las causas, una de ellas es una mayor interacción económica de México con EUA, cuyo crecimiento se ha reducido; pero la principal, que merece una reunión como la sugerida por Beltrones, es un marco jurídico obsoleto que no responde a un mundo donde las distancias y fronteras en el ámbito económico prácticamente no existen y la competencia por la inversión, el empleo, el turismo, los productos industriales y agrícolas es con todos los países del mundo.

En un foro serio, como el de Querétaro, más allá de posiciones partidarias y dogmatismos, pueden surgir planteamientos e ideas para fundamentar reformas que nos lleven a crecer más sanamente, es decir, sin estimular la inflación. Beltrones –con razón– señaló que la falta de crecimiento requiere cambios no sólo de leyes emanadas del poder legislativo sino de políticas del poder ejecutivo y -yo diría- también en la justicia y los tiempos de los poderes judiciales de la federación y de los estados.

Las leyes obsoletas no sólo subsisten en México a nivel federal, también en muchos estados y municipios, por lo que una reunión donde asistan expertos internacionales en crecimiento, senadores, diputados miembros del poder judicial y funcionarios federales, estatales y municipales, todos con el deseo de intercambiar experiencias y aprender, puede ser un detonador de cambios que nos lleven a crecer más, sanamente y por períodos prolongados.