Asuntos Capitales

Droga, ellos consumen, nosotros pagamos

“No es suficiente que el Congreso norteamericano apruebe millonarios recursos para apoyar la guerra contra el narcotráfico en México, es indispensable que dentro de su país implementen un nuevo marco legal para quitarles el mercado a los narcotraficantes.”


Luis Pazos
VIERNES, 29 DE AGOSTO DE 2008

El 18 de agosto pasado la conocida columnista de The Wall Street Journal, Mary Anastasia O´Grady, publicó un artículo al que tituló “México paga el precio de la prohibición”. O’Grady sostiene que la guerra contra las drogas se libra incorrectamente y que el país más perjudicado es México. La guerra contra las drogas ha generado más muertes en México, 4,909 de diciembre de 2006 a la fecha, a las sufridas en la guerra de Irak, 4,142 de marzo del 2003 a la fecha.

 

La pérdida de miles de vidas y de millonarios recursos dedicados a la guerra contra el narcotráfico en México son debidos, sostiene Mary O´Grady, a una infructuosa prohibición de ciertas drogas. Esa prohibición, al igual que pasó con el alcohol en 1929, genera más daños sociales que beneficios.

 

En los Estados Unidos gran parte de la cocaína introducida desde México la consumen en reuniones sociales  para alargar las fiestas. Esos consumidores se sienten más felices con la droga que consumen, mientras en México con el dinero proveniente de esa droga se arma al crimen organizado, que ha extendido sus tentáculos al secuestro y la extorsión. Cerca del 90% de las cárceles federales en México están ocupadas por acusados de narcotráfico y su red de crímenes.

 

Los EUA son el principal destino de la droga proveniente de América Latina. El pago de esa droga es la principal fuente de financiamiento del crimen organizado. De los EUA llega la mayoría de las armas para el crimen organizado y en EUA está la cadena final del narcotráfico.

 

No es suficiente que el Congreso norteamericano apruebe millonarios recursos para apoyar la guerra contra el narcotráfico en México, es indispensable que dentro de su país implementen un nuevo marco legal para quitarles el mercado a los narcotraficantes. Hasta ahora ningún adicto o consumidor “social” de droga en EUA ha experimentado una escasez de droga, sólo temporales aumentos en sus precios, como consecuencia de los muertos en México y de los millones gastados teóricamente para que no puedan comprar su vicio.