Asuntos Capitales

Libertad de decidir y aborto

“Hay que dejar que un grupo de científicos especialistas determinen si lo que trae dentro una mujer embarazada puede catalogarse como un ser humano o es un apéndice de su cuerpo, al igual que un riñón o un tumor. La penalización o despenalización del aborto debe decidirse en base a criterios científicos.”


Luis Pazos
VIERNES, 5 DE SEPTIEMBRE DE 2008

Las mujeres, los hombres y los jóvenes con pleno uso de razón, deben decidir libremente qué hacer con su cuerpo y su vida, siempre y cuando no perjudiquen a otros seres humanos.

 

Si quiero desayunarme grasosas hamburguesas, comer cantidades exuberantes de frituras y cenarme una docena de tacos de carnitas, aunque me suba el colesterol, los triglicéridos y colocarme en el riesgo de sufrir un infarto, estoy en libertad de hacerlo y ninguna autoridad debe prohibírmelo. Si decido tomarme un litro de refresco en la mañana, otro a medio día y otro más en la noche, pronto tendré diabetes, pero tengo el derecho de hacerlo.

 

Si fumo un cigarro tras otro, sé que tengo altas posibilidades de contraer cáncer de pulmón, pero estoy en el derecho de hacer lo que quiera con mi cuerpo. Si decido tomarme en la mañana una botella de brandy, a medio día otra y en la noche una de tequila, puedo hacerlo y volverme un alcohólico, siempre y cuando no tome un automóvil y atropelle a pacíficos ciudadanos.

 

Si decido usar cocaína para sentir la ilusión de una mayor seguridad y fortaleza en los antros, puedo hacerlo, siempre y cuando no delinca para pagar mi vicio ni viole las leyes vigentes, expedidas teóricamente para proteger a mi cuerpo del consumo de drogas, aunque sirvan básicamente para transferir enormes ganancias a las mafias.

 

En el caso del aborto, lo fundamental de la discusión está en definir si la “cosa”, “feto” o ser que una mujer embarazada carga en su vientre es parte de su cuerpo o es otro cuerpo.

 

Hay que dejar que un grupo de científicos especialistas determinen si lo que trae dentro una mujer embarazada puede catalogarse como un ser humano o es un apéndice de su cuerpo, al igual que un riñón o un tumor. Si es un apéndice de mi cuerpo, yo decido qué hacer con él, si es otro ser, debe protegerlo la ley, aunque no pueda manifestar, al igual que un niño de dos meses, si quiere vivir o morir. La penalización o despenalización del aborto debe decidirse en base a criterios científicos.