Asuntos Capitales

Reforma ¿sin reforma?

“Grupos radicales de la izquierda, que controlan parte del PRD y del PT, con el argumento que las iniciativas buscaban privatizar PEMEX, han boicoteado su aprobación. Senadores del PRI dijeron que la apoyarían, pero la acotaron en tal forma que es probable que aunque se apruebe, no sirva para revertir la caída de las reservas, disminuir importaciones de gasolina y aprovechar los recursos petroleros en aguas profundas.”


Luis Pazos
VIERNES, 24 DE OCTUBRE DE 2008

El Presidente Felipe Calderón envió al Senado un paquete de iniciativas con el objetivo de frenar la caída en las reservas, el aumento en las importaciones de gasolina y el atraso en la extracción de petróleo en aguas profundas del Golfo de México.

 

Grupos radicales de la izquierda, que controlan parte del PRD y del PT, con el argumento que las iniciativas buscaban privatizar PEMEX, han boicoteado su aprobación. Senadores del PRI dijeron que la apoyarían, pero la acotaron en tal forma que es probable que aunque se apruebe, no sirva para revertir la caída de las reservas, disminuir importaciones de gasolina y aprovechar los recursos petroleros en aguas profundas.

 

Uno de los cambios fundamentales que pretende la reforma es que empresas privadas le maquilen gasolinas a PEMEX en México, tal como lo hacen refinerías privadas, asociadas con PEMEX, en Texas. Ese cambio parece que no se va a lograr, pues hay sectores del PRI que por algunas razones o intereses, prefieren seguir importando gasolinas de refinerías privadas norteamericanas.

 

El Golfo de México, donde se supone están los yacimientos más grandes del mundo, se dividió en tres partes. La mayor corresponde a México, la otra a EUA y la más pequeña a Cuba. En esa isla, el gobierno socialista ya firmó con empresas privadas contratos, que en México llaman de riesgo, para extraer petróleo. En aguas de EUA, 30 empresas privadas han perforado más de 40,000 pozos, de los cuales cerca de 2,000 producen alrededor de un millón de barriles diarios.

 

En México, dos empresas transnacionales contratadas por PEMEX, con contratos sin riesgos para las empresas y 100% de riego para PEMEX, han perforado sólo 6 pozos, de los cuales 5 no son viables comercialmente. El costo por pozo ha variado de 75 a 150 millones dólares. Ante la baja del precio del petrolero es probable que ya no sea rentable pagar esos precios. La única salida es la asociación de PEMEX, como PETROBRAS en Brasil, con empresas de alta tecnología para compartir costos y riesgos. Sin embargo, por lo aprobado en el Senado, parece que los legisladores del PRI y del PRD limitan la reforma a cambios que en poco o nada ayudarán a resolver el grave problema que planteó el Presidente Calderón en las iniciativas enviadas al Poder Legislativo.