Asuntos Capitales

Crisis cíclicas o borracheras de créditos

“Para no sufrir recesiones es importante que el gobierno no engendre instituciones que otorguen créditos a quienes no tienen capacidad de pagarlos y supervise mejor al sector financiero, sin burocratizarlo, para impedir la multiplicación de créditos que promuevan auges artificiales.”


Luis Pazos
VIERNES, 31 DE OCTUBRE DE 2008

No hay ciclos inevitables de auges y crisis. Todas las crisis en economías de mercado, intervenidas o centralmente planificadas, de derecha o de izquierda, no han sido consecuencia de acontecimientos naturalmente repetitivos, como los ciclos de la luna o los menstruales de la mujer, sino de políticas populistas, como prestar dinero para casas a quienes no tiene capacidad de pagarlas.

 

Las crisis en México del 76, 82 y 94 fueron consecuencia de políticas gubernamentales equivocadas, no de ciclos inevitables. Ingerir licor en exceso nos lleva inevitablemente a una “cruda” o malestar post borrachera; pero si dejamos de beber en exceso evitamos la cruda. Si no queremos sufrir recesiones fuertes no provoquemos auges basados en gastos gubernamentales inflacionarios o expansiones crediticias artificiales.

 

La actual crisis no se originó en los países subdesarrollados por desequilibrios presupuestales, inflación o errores de sus gobernantes, sino en la economía más fuerte y desarrollada del mundo, donde gobernantes y legisladores crearon instituciones hipotecarias para ganar votos entre ciudadanos de bajos ingresos, a quienes facilitaron adquirir viviendas por arriba de su capacidad de pago.

 

La actual crisis en EUA no es inflacionaria, como las sufridas en el siglo XX por muchos países iberoamericanos, sino deflacionaria: un alfiler, incumplimiento en hipotecas otorgadas a personas sin capacidad para cubrirlas, picó el globo y lo desinfló. Ese globo reventado, evidenció otros excesos, como en los contratos llamados derivados. EUA entró a una crisis caracterizada por una baja de precios de las viviendas, de automóviles, petróleo, escasez de créditos, decrecimiento económico y desempleo.

 

Para no sufrir recesiones es importante que el gobierno no engendre instituciones que otorguen créditos a quienes no tienen capacidad de pagarlos y supervise mejor al sector financiero, sin burocratizarlo, para impedir la multiplicación de créditos que promuevan auges artificiales, los que inevitablemente nos llevan a crudas o recesiones.