Asuntos Capitales

De la crisis financiera a la recesión

“En el 2009 la crisis financiera del 2008 se traducirá en la economía real y cotidiana de la mayoría de empresarios, en menores ventas y en la de los trabajadores en una mayor dificultad para mantener o encontrar un empleo.”


Luis Pazos
VIERNES, 9 DE ENERO DE 2009

Durante el segundo semestre del 2008 la crisis financiera golpeó a bancos, aseguradoras y ciudadanos con inversiones en la bolsa. Muchos ciudadanos que seguían esos acontecimientos por los medios de comunicación les parecían preocupantes, pero lejanos a su entorno económico personal.

 

Muy pocos se vieron afectados en su vida diaria por la quiebra y rescate de instituciones financieras en  EUA en el 2008. Antes de manifestarse la crisis financiera, el entorno macroeconómico mundial se caracterizó, entre 2005 y 2007, por un exceso de liquidez y expectativas de mayores inversiones y crecimientos, los cuales empujaron a precios récord los futuros del petróleo, del maíz, del trigo y empezaron a generar presiones inflacionarias en diversos países.

 

Cuando reventó la burbuja de las hipotecas y se trasladó a otras instituciones financieras, el optimismo se convirtió en pesimismo, el exceso de liquidez desapareció, al igual que las expectativas de altos crecimientos. El precio del petróleo empezó a bajar, al igual que los de muchos “commodities” como el maíz, arroz, cobre, y demás productos que cotizan futuros en las bolsas. Se configuró un panorama de bajos crecimientos, menor demanda de productos y, por lo tanto, reducción de puestos de trabajo y entorno peligroso para las empresas con deudas y altos costos de operación.

 

Al principio muchos economistas hablaban de desaceleración (reducción del crecimiento), ahora la mayoría habla de recesión, que implica ausencia de crecimiento por lo menos en dos trimestres continuos.

 

En el 2009 la crisis financiera del 2008 se traducirá en la economía real y cotidiana de la mayoría de empresarios, en menores ventas y en la de los trabajadores en una mayor dificultad para mantener o encontrar un empleo.