Asuntos Capitales

Sindicato quiebra la industria automotriz de EUA

“La United Auto Workers, que cuenta con más de medio millón de miembros activos y cerca de 600 mil miembros retirados, es la principal responsable de que una de las industrias, pilares del poderío de Estados Unidos, esté en quiebra y tenga que rescatarse con el dinero de los contribuyentes norteamericanos.”


Luis Pazos
VIERNES, 13 DE FEBRERO DE 2009

El gobierno norteamericano destinará 17,400 millones de dólares para salvar de la quiebra a los tres grandes productores de automóviles en Estados Unidos: Ford, Chrysler y General Motors. Aunque son varias las causas, entre ellas el fabricar automóviles que gastan más gasolina que los europeos y asiáticos, la principal son las anticompetitivas condiciones laborales que impuso la United Auto Workers a las compañías norteamericanas.

 

El costo por hora del trabajador en la industria automotriz norteamericana en relación al promedio de la industria global norteamericana es de más del 60%. Los contratos con General Motors, Ford y Chrysler arrojan un costo 24% superior por hora al de las plantas automotrices japonesas que operan en territorio de EUA.

 

La actual recesión norteamericana aceleró el proceso de quiebra de la industria automotriz norteamericana que ya se venía venir. En un mundo globalizado los altos costos laborales, basados en privilegios sindicales obtenidos por presiones y no por productividad, sacan del mercado a la empresa víctima de esas prácticas sindicalistas, que no son  compatibles con la economía globalizada de las últimas tres décadas.

 

La United Auto Workers, que cuenta con más de medio millón de miembros activos y cerca de 600 mil miembros retirados, es la principal responsable de que una de las industrias, pilares del poderío de Estados Unidos, esté en quiebra y tenga que rescatarse con el dinero de los contribuyentes norteamericanos.

 

Situaciones parecidas a las de las compañías automotrices norteamericanas se viven en varios países latinoamericanos, donde empresas como PEMEX en México cargan con contratos laborales llenos de condiciones anticompetitivas impuestas por sindicatos.