Asuntos Capitales

De JLP a Fox: Inflación del crecimiento

“Lo preocupante son candidatos que parten del supuesto que la mayoría de los mexicanos ya olvidaron la experiencia vivida hace un cuarto de siglo.”


Luis Pazos
JUEVES, 19 DE ENERO DE 2006

José López Portillo, en el penúltimo año de su gobierno, 1981, prometió un crecimiento del 8%. En los años previos ya había alcanzado crecimientos superiores al 7%, mediante un mayor gasto público, apoyado en los ingresos adicionales provenientes de los altos precios del petróleo en esa época. El gasto público debía ser -sostenía JLP- el principal motor de la economía. En base a la riqueza petrolera duplicó la burocracia. Ese crecimiento de la burocracia ahora lo reciente la economía con un creciente pago de pensiones a los que contrataron en esas épocas.

 

A pesar del incremento del gasto, bajo JLP, ya no crecía la economía a los niveles que había prometido. Por lo que en 1981, pasando por alto una baja de los precios del petróleo, incrementó los niveles de gasto para cumplir con su promesa de crecer al 8%. También manipuló la forma de calcular el PIB, dándole un mayor valor proporcional al sector petrolero para presentar un PIB más alto.

 

La monetización de dólares de las exportaciones petroleras incrementó el circulante en pesos. El déficit presupuestal alcanzó en 1982 un 17.7% del PIB. Esas políticas crearon un auge artificial. La popularidad de JLP aumentó transitoriamente. Las consecuencias de esas políticas populistas fueron una inflación de casi un 100 % y una devaluación de 267.5% en el último año de gobierno, 1982.

  

El Presidente Fox también ha tenido altos precios del petróleo, podía haber monetizado parte de las enormes reservas en dólares y alcanzar un crecimiento del 7% en el 2005, lo que podría haber favorecido a su partido en las próximas elecciones, a costa de acumular presiones inflacionarias y devaluatorias para finales del 2006. Afortunadamente Fox desechó esas estrategias populistas que tanto daño hicieron a los pobres de México.

   

Lo preocupante son candidatos que parten del supuesto que la mayoría de los mexicanos ya olvidaron la experiencia vivida hace un cuarto de siglo. Le echan en cara a Fox el no utilizar las reservas petroleras para incentivar el crecimiento y prometen políticas parecidas a las ya sufridas en México hace 25 años.