Asuntos Capitales

Qué hacer para crecer

“Sin reformas en materia fiscal, laboral y energética, que nos hagan más competitivos y atractivos a la escasa inversión global disponible en el 2009 y 2010, es difícil crecer a los niveles necesarios para absorber el creciente desempleo, del que se quejan los legisladores.”


Luis Pazos
VIERNES, 24 DE ABRIL DE 2009

Aunque la posición geoeconómica de México es mejor a la de China, Brasil, Chile o la India, esos países han crecido más, por lo que el senado de la República organizó un ciclo de pláticas titulado “Qué hacer para crecer” para buscar caminos hacia un mayor crecimiento.

 

Del 2001 al 2008 México cayó 18 lugares en el Índice Mundial de Competitividad. (Pág. 66 del libro “La crisis y cómo librarla”, publicado por editorial Diana). Otros países en vías de desarrollo adecuaron sus leyes fiscales, laborales y energéticas a la competencia global. Ahora son más atractivos que México para la inversión global, la que es una premisa ineludible de un mayor crecimiento.

 

Los motores fundamentales de los altos crecimientos de China y la India en esta década son las inversiones extranjeras, que llegaron a esos países en mayores montos que a México debido a su mejor legislación fiscal y laboral. Al analizar el Índice de Flexibilidad Laboral 2008, publicado por el Banco Mundial, comprobamos que la flexibilidad laboral en China y Chile es del doble que la mexicana. El entorno laboral en la India también es mucho más flexible al de México. (Pág.70 del libro “La crisis y cómo librarla”).

 

En México, la democracia se tradujo en un Congreso dividido que dificulta la instrumentación de las reformas estructurales necesarias para recuperar competitividad internacional. Esas reformas estructurales para alcanzar mayores crecimientos dependen de diputados y senadores, no del Ejecutivo Federal.

 

Sin reformas en materia fiscal, laboral y energética, que nos hagan más competitivos y atractivos a la escasa inversión global disponible en el 2009 y 2010, es difícil crecer a los niveles necesarios para absorber el creciente desempleo, del que se quejan los legisladores; sin percatarse que ellos son los que han fallado en instrumentar los cambios necesarios para atraer más inversión y lograr la creación de más empleos y de mayores crecimientos económicos.