Asuntos Capitales

PEMEX, ¿Contratos con o sin riesgo?

“Quienes piensan que la principal oposición a los contratos de riesgo y a la apertura de PEMEX a inversionistas privados es por nacionalismo o ideologías de izquierda, están en un error.”


Luis Pazos
VIERNES, 1 DE OCTUBRE DE 2010
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Dos años después de interminables consultas con los legisladores del PRI y del PRD, PEMEX mandó un proyecto de contrato al Congreso llamado “incentivado”, ya que los contratos de riesgos, contemplados en la iniciativa del Ejecutivo del 2008 y utilizados por la mayoría de las petroleras del mundo, fueron rechazados por el PRI y el PRD. La pregunta es ¿por qué el PRI no acepta los “contratos de riesgos”, que implican que a los perforadores de pozos y demás proveedores, se les pague de acuerdo a los resultados?

Mi tesis, que la pruebo en las páginas 37 a la 45 del libro “Quién manda en México”, es que existe un grupo de contratistas ligados a funcionarios,  partidos políticos o al sindicato de PEMEX, que perforan un gran número de pozos, de la mayoría de los cuales no sale petróleo y les pagan independientemente de los resultados.

La prohibición de los contratos de riesgos facilita la creación de empresas fantasmas, que ganan cientos de millones de pesos sin aportar un solo barril de petróleo a PEMEX. En otras palabras, el que PEMEX pague a perforadores cuyos trabajos no producen nada, es una forma de obtener ganancias fáciles, que alcanzan para pasar por abajo del agua un porcentaje, de difícil detección, a sus “contactos” que les facilitan la adjudicación de contratos. Esos grupos son los que se oponen a los contratos de riesgo y a la modernización de Pemex.

Quienes piensan que la principal oposición a los contratos de riesgo y a la apertura de PEMEX a inversionistas privados es por nacionalismo o ideologías de izquierda, están en un error. Esas posiciones son sólo excusas para hacer grandes negocios sin riesgo. En el 2010, la cantidad de dinero que destinará PEMEX a pagar la perforación de pozos a contratistas, que no corren ningún riesgo si no sacan petróleo, es casi equivalente al déficit proyectado en el presupuesto del Gobierno Federal para 2011.