Asuntos Capitales

Enseñanzas de Colombia a México

“Ojalá las experiencias colombianas sensibilicen a muchos actores políticos en México, que ven la inseguridad más como una oportunidad para ganar votos que como un problema a resolver.”


Luis Pazos
VIERNES, 20 DE MAYO DE 2011

Durante décadas la explotación de petróleo en Colombia fue un monopolio estatal. Las reservas y la producción de ECOPETROL estaban estancadas, hasta que el Presidente Álvaro Uribe logró que el Congreso abriera ese monopolio a la inversión privada.

Varios grupos de interés y de izquierda acusaron al ex presidente Uribe de entregar el petróleo a las transnacionales; pero a 8 años de la apertura al capital privado de la empresa estatal, la producción aumentó de 541 mil barriles diarios en 2003 a 903 mil barriles en abril de 2011, un 67% más. La inversión en ECOPETROL en 2003 alcanzaba sólo 53 millones de dólares, en 2010 fue de 258, casi cinco veces más. De seguir con esa dinámica de crecimiento, en algunos años superará en importancia y en activos al monopolio estatal mexicano.

En cuanto a la seguridad, Colombia se enfrentó al narcoterrorismo, guerrillas marxistas que son las principales comercializadoras de droga en ese país y constituyen, junto con los cárteles, el eje del crimen organizado. Al principio, dice Álvaro Uribe, algunos partidos políticos se dedicaban a criticar la lucha del gobierno contra el crimen organizado; pero llegó el momento en que la opinión pública, ante la creciente violencia, respaldó al presidente en su lucha, apoyado en las fuerzas armadas de ese país. La eficiencia de ese esfuerzo, dice el ex presidente Álvaro Uribe, aumentó con la profesionalización de la policía única, lo que también redujo la corrupción.

En aquellas provincias donde las autoridades locales pactaron con alguna banda de criminales –señaló Álvaro Uribe- aumentó la impunidad y la violencia, en lugar de disminuir y posteriormente fue más difícil controlarla.

Ojalá las experiencias colombianas sensibilicen a muchos actores políticos en México, que ven la inseguridad más como una oportunidad para ganar votos que como un problema a resolver.