Asuntos Capitales
Entre Calderón y López Obrador
“Algunos afirman que el país se acabará si gana la izquierda con López Obrador ¡falso! El país no se va acabar, gane el que gane; sin embargo, habrá retroceso o avance, según quien triunfe.”
Luis Pazos
VIERNES, 10 DE MARZO DE 2006
En el caso de Andrés Manuel López
Obrador, candidato del PRD, a pesar del radicalismo de algunos sectores de su
partido, no hay todavía una completa certeza de qué tipo de gobierno de izquierda sería:
moderado, radical, populista. Parecido al de Lula en Brasil o como
Chávez en Venezuela. Diversas organizaciones empresariales han manifestado su
preocupación por la ausencia de un programa que defina y clarifique el tipo de
izquierda que adoptará. El anuncio del candidato perredista de que no realizará cambios estructurales
indica, en caso de que triunfe, que el país seguiría perdiendo competitividad
al no mejorar su sistema fiscal, laboral y negarse a abrir la electricidad y el
petróleo a la inversión privada. La posición de reabrir el Tratado de Libre
Comercio, que ha generado cientos de miles de empleos y un superávit comercial
con los Estados unidos, nos puede llevar a un retroceso en nuestro comercio
exterior, ya que numerosos legisladores en los Estados Unidos aprovecharían esa
apertura del tratado para desarticularlo. Retrocederíamos 12 años. También
preocupa de López Obrador los programas anunciados con tintes populistas,
parecidos a los que en las décadas de los 70 y 80 generaron fuertes inflaciones y
devaluaciones. En el caso de Felipe Calderón,
candidato del PAN, debido a que es el más nuevo entre los
candidatos, falta conocimiento de sus programas y de su persona. Según Roy Campos, director general de Consulta Mitosfsky, hay 10 millones de electores que no identifican
todavía a Felipe Calderón. Esa situación es una desventaja, pero también lo
ubica como el que tiene mayor margen de crecimiento. A los otros ya los conocen
y probablemente ya llegaron al máximo de sus preferencias. Calderón es considerado el único que
no está ligado a los gobernantes del siglo pasado. Tiene como una de sus principales metas
volver competitivo al país e instrumentar las reformas necesarias para
lograrlo. Es considerado práctico, sin dogmatismos ni odios. Muchos ciudadanos lo
ven como el candidato menos ligado a grupos políticos del pasado y a ideologías obsoletas. Su debilidad es que
mientras los otros dos candidatos tienen votos corporativos y clientelares, a quienes han dado privilegios y beneficios
monetarios, la mayoría de los que votarán por el PAN y Calderón son ciudadanos
independientes, que razonan el voto y acuden por su propio pie a votar. Si el
porcentaje de ciudadanos que se presenten a las urnas el día de las elecciones
es alto, Calderón tiene posibilidades de ganar. |