Hace unos días, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) celebró el 17 aniversario de su fundación. Para saber cuál es el verdadero proyecto de nación del PRD es importante recordar quiénes y por qué fundaron ese partido. En 1970, con el presidente Luis Echeverría se inicia un nuevo proyecto de nación en México. Las características son una mayor intervención del Estado, la consolidación y ampliación de los monopolios estatales y el convertir al mayor gasto público en el principal instrumento de crecimiento. Esas políticas fueron recomendadas a Echeverría por los intelectuales y economistas de izquierda que simpatizaron con el movimiento del 68 y él incorporó a su gobierno.

Los resultados de ese “nuevo proyecto de nación”, aplicado en las décadas de los 70 y los 80, son las mayores inflaciones, devaluaciones y reducciones de los salarios reales en la historia de México. Entre tal desastre económico, en 1988 asume la presidencia Carlos Salinas de Gortari, quien deja fuera de los círculos del poder a casi todos los intelectuales de izquierda, quienes engendraron las crisis que convirtieron a México en uno de los países más endeudados del mundo. Al verse fuera del gobierno los priístas de izquierda, acusaron a los nuevos miembros del equipo de Salinas, como Pedro Aspe, de “tecnócratas” y a Salinas de traicionar a la “Revolución Mexicana”. Abandonan el PRI, se alían con el Partido Comunista, del que toman su registro, y en mayo de 1989 forman el PRD, cuyo principal objetivo ha sido retomar y consolidar las políticas que habían aplicado en los 70 y los 80. La culpa de las crisis en esos años se las echaron los perredistas a los banqueros, a los sacadólares y a los ricos. Su bandera desde ese entonces ha sido la de ayudar a los pobres y culpar a los ricos de los problemas de México.

El primer presidente del PRD, Porfirio Muñoz Ledo, fue subsecretario de la presidencia, Secretario del Trabajo y presidente del CEN del PRI con el Presidente Luis Echeverría. Las principales figuras actuales del PRD son los mismos priístas que creían en el proyecto de nación aplicado por Echeverría, López Portillo, hasta Miguel de la Madrid.

Quien considere al actual programa del PRD un nuevo proyecto de nación, desconoce la historia reciente de México. Sus propuestas son las mismas que ya vivimos en los 70 y los 80, y cuyos frutos son la pobreza de millones de mexicanos, entre los cuales hay muchos jóvenes que no sufrieron esa experiencia y otros viejos que parecen haberla olvidado.