Asuntos Capitales
Elección de Estado ¿cuándo y dónde?
“En todos los países democráticos: Estados Unidos, Francia, Chile, Canadá, Alemania, el Presidente habla de sus avances y los electores deciden si son suficientes para votar por el candidato de su partido.”
Luis Pazos
VIERNES, 26 DE MAYO DE 2006
Una elección
de Estado implica en primer término que el titular del Poder Ejecutivo, y en
otro tiempo también la última palabra en el Legislativo y el Judicial, designe
a su sucesor. En segundo lugar, significa la utilización de recursos públicos,
tanto monetarios como humanos para apoyar la campaña del candidato del
Presidente en turno. La elección
de Estado fue una constante en los 70 años del PRI y todavía se da en algunos
gobiernos estatales donde ese partido controla el Ejecutivo y al Legislativo. Una
elección de Estado supone que con los recursos gubernamentales y de las
empresas estatales, como PEMEX, el partido en el poder reparte dinero para aumentar
el llamado “voto duro” o “clientelar”. Una elección
de Estado implica que un gobierno ofrece dinero o privilegios a un sector de la
población (cañeros, tercera edad, taxistas piratas, ambulantes) y después se las
cobra, pidiéndoles que asistan a sus mítines y voten por sus candidatos. Una
elección de Estado es cuando un gobierno inaugura una obra pública, como sucedió
con un tramo de un paso a desnivel en el D.F., y
convierte ese acto en un mitin político a favor de un candidato. Una de las
características del nuevo gobierno panista es que
terminó con las elecciones de Estado. Los medios de comunicación y los
analistas pensaban que Ahora bien, es
diferente el utilizar recursos públicos para dárselos a un candidato, a decir
lo que ha hecho un gobierno. Difundir lo logrado no constituye una elección de
estado. En todos los países democráticos: Estados Unidos, Francia, Chile,
Canadá, Alemania, el Presidente habla de sus avances y los electores deciden si
son suficientes para votar por el candidato de su partido. Hay un viejo
dicho que dice “el burro hablando de orejas”. Así sucede con quienes durante
toda su vida política han utilizado los recursos públicos para apoyar campañas
y ahora como candidatos se rasgan las vestiduras y denuncian una elección de
Estado como una estrategia para justificar su baja en las preferencias
electorales, como lo demuestran las encuestas. |