Asuntos Capitales

El Senado ¿cueva de dinosaurios?

“Ojalá que al finalizar esta legislatura desaparezcan del mapa político esos dinosaurios, que tanto daño han hecho al país.”


Luis Pazos
MIÉRCOLES, 12 DE OCTUBRE DE 2005

Tres años en el Poder Legislativo, en los cuales fungí como Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública y participé en la Comisión Permanente, me dieron la oportunidad de convivir con diputados y senadores de todos los partidos. Esa experiencia me permitió conocer la calidad moral y mentalidad de varios de los viejos políticos que todavía no aceptan que perdieron el poder y siguen pensando que por estirpe o herencia son dueños del gobierno en México y que quienes los desplazaron democráticamente son usurpadores de lo que consideraban su patrimonio.

           

No todos los legisladores del PRI pertenecen al género de los dinosaurios, varios de los cuales son vulgares, con antecedentes de enriquecimiento inexplicable, acostumbrados a lanzar acusaciones sin fundamento y a insultar a quienes difieren de sus puntos de vista. Esos “dinos” como no tienen ya ningún futuro político, se dedican a sabotear y obstaculizar las reformas que puedan mejorar el país. Me recuerdan al grupo cercano a Hitler, que no le veía futuro a Alemania sin el nazismo, como lo muestra la película “La Caída”. Pero los “dinos” no se suicidan sino se dedican a destilar veneno.

 

Esos dinosaurios, cuyos nombres no vale la pena ni enlistar, son responsables en parte de que en México no se hayan concretado reformas que nos mantengan en la lucha por los mercados internacionales. Aunque hay que remarcar que no todos en el PRI son dinosaurios. Hay gente valiosa e inteligente en ese partido, de los cuales aprendí y construimos acuerdos durante mi estancia en el Legislativo. Pero los dinosaurios, aunque son pocos, siguen impidiendo que su partido actúe racionalmente a favor de México, pues para ellos no hay México sin el PRI en el gobierno.

 

Afortunadamente, la mayoría de los ciudadanos cuando escuchan alguna declaración de los senadores dinosaurios o leen artículos con su firma, ya saben que atrás de lo que dicen o escriben hay odio, irresponsabilidad, revanchismo y nostalgia por un pasado en donde ellos manejaban las finanzas públicas como si fueran propias.

 

Ojalá que al finalizar esta legislatura desaparezcan del mapa político esos dinosaurios, que tanto daño han hecho al país.