Asuntos Capitales

Antecedentes de dos proyectos de nación

“Con base en la sentencia bíblica de “por los frutos los conoceréis” podemos hacernos una idea de cuáles serán los frutos de cada uno de esos proyectos de nación.”


Luis Pazos
JUEVES, 29 DE JUNIO DE 2006

La percepción que transmiten los dos principales candidatos a la presidencia es que buscan implantar distintos proyectos de nación. Ambos dicen que crearán más empleos, y que elevarán los niveles de vida ¿a cuál creerle?  Ninguno de los dos presenta un proyecto completamente nuevo, ni tampoco exactamente igual a otro ya aplicado en el pasado, pero ambos tienen características que los pueden ubicar cerca de proyectos parecidos que ya se instrumentaron en México.

 

El proyecto del PAN es muy parecido al puesto en práctica por Vicente Fox, llamado neoliberal y en beneficio de los ricos según el PRD. El proyecto de nación prometido por el PRD es muy semejante a los aplicados por los presidentes Luis Echeverría y López Portillo. Esos gobiernos fueron calificados como populistas.

 

Con base en la sentencia bíblica de “por los frutos los conoceréis” podemos hacernos una idea de cuáles serán los frutos de cada uno de esos proyectos de nación. Para los que no los hayan vivido o ya los olvidaron, el comportamiento de tres variables económicas de las más importantes: inflación, devaluación y aumento de salarios reales, nos puede dar la respuesta de qué México tendremos con cada uno de los proyectos de nación prometidos.

 

Durante el último año del gobierno del presidente Luis Echeverría (1976), la inflación fue de 27.2%, la devaluación del 76% y cayeron los salarios reales de los trabajadores en 1.4%. En el último año del gobierno del presidente López Portillo (1982), la inflación fue de 99%, la devaluación de 267% y los salarios cayeron en 12.6%. En el último año del presidente Fox (2006), se estima que la inflación terminará en alrededor de 3%, la devaluación de 3 a 4% y los salarios reales aumentarán en un 1.1%. 

 

Ahí están algunos frutos de cada proyecto. Pronto decidiremos si queremos seguir mejorando por el camino de Fox o regresar a algo parecido a lo vivido bajo los gobiernos de Echeverría y López Portillo. Para ser parte de esa trascendental decisión es indispensable acudir a votar. Nuestro voto no sólo es importante para la decisión final, sino también para tener la conciencia tranquila de que participamos, pues quien no vote no tiene autoridad moral para quejarse si no le parece el ganador.