Asuntos Capitales

“El aumento del gasto público hace menos severas las recesiones”

“La burrada más grande por estos días es oír a algunos gobernadores chillar para que la federación les transfiera más gasto público. Los números desmienten a estos irresponsables. Van algunos datos duros que son públicos.”


Godofredo Rivera
LUNES, 25 DE JULIO DE 2011

La burrada más grande por estos días es oír a algunos gobernadores chillar para que la federación les transfiera más gasto público. Los números desmienten a estos irresponsables. Algunos datos duros que son públicos.

Entre 2008 y 2010, la deuda de los estados creció en un 33%. Tan sólo el año pasado, el monto de endeudamiento creció 24%. Y lo peor, la proporción de deuda/participaciones federales en algunos estados representa el 100%, ¡peor apalancamiento financiero no puede haber!

Persiste la burrada económica de que el gasto público “estimula” la creación de empleo, de que el gasto público evita que las recesiones sean más severas. Mitote que han mantenido a flote analistas, académicos y periodistas superficiales.

El experto de política económica de la Fundación Heritage, Brian Riedl, arrasa con el mito del estímulo con pruebas de que el gasto gubernamental no acaba con las recesiones.

Riedl señala:

  • Durante los años 30, el legislador del New Deal duplicó el gasto federal — sin embargo, el desempleo permaneció por encima del 20% hasta la Segunda Guerra Mundial.

  • Japón respondió a la recesión de los años 90 aprobando diez paquetes de estímulo en 8 años (y creando con ellos la mayor deuda nacional en el mundo industrializado) — sin embargo, su economía continuó estancada.

  • En 2001, el presidente Bush respondió a la recesión “inyectando” devoluciones de impuestos a la economía, la cual no respondió hasta dos años después, cuando se pusieron en práctica las rebajas de impuestos.

  • En 2008, el presidente Bush intentó evitar la actual recesión con otra ronda de devoluciones de impuestos. La recesión continuó empeorando.

  • Y ahora, en el período de Obama, la más reciente propuesta de estímulo ($787 mil millones) tenía por intención impedir que el desempleo excediera 8%. En noviembre llegó a 10%.

Lo cierto es que ni el mayor gasto público ó las devoluciones impositivas y menos el endeudamiento irresponsable “estimulan” la economía, al contrario, el desempleo persiste.

Como Riedl señala, las tres devoluciones (EU) de impuestos de 1975, 2001 y 2008 fracasaron a la hora de crear crecimiento económico. Por el contrario, las fuertes reducciones de tasas marginales impostitivas de los años 20, 60 y 80 fueron acompañadas de grandes aumentos en la tasa de crecimiento económico.

Es al contrario, bajo gasto público implica impuestos bajos (no meras devoluciones) que estimulan el crecimiento económico a través de aumentar el ahorro, la inversión y el esfuerzo laboral.

De hecho el gasto público que impacta en el crecimiento a largo plazo es el que tiene rentabilidad social (rentabilidad, y el construir carretera tras carretera sólo transfiere recursos del sector privado y no garantiza impacto en el crecimiento económico) como el invertido en buena infraestructura y Estado de Derecho para hacer que los contratos se respeten, pero todo ello es de largo plazo. Creer que por el sólo hecho de aumentar el gasto se puede hacer menos dañina una recesión es una salida totalmente falsa y la evidencia lo demuestra.

Así que es hora de que los keynesianos dejen de ser menos burros y abandonar sus falacias que tanto daño hacen a las economías.

De burradas y burradas económicas, mejor una pequeña cucharada de conocimiento que nos aleje de las tarugadas.