Asuntos Capitales

“Hay que crear un Estado benefactor a la mexicana”

“La peor de las burradas de Peña Nieto: Ampliar el disparate panista del Estado de Bienestar, asegurando, ahora, que cada mexicano tenga una pensión para retirarse.”


Godofredo Rivera
DOMINGO, 18 DE DICIEMBRE DE 2011

Una burrada reciente de Enrique Peña Nieto. No, no me referiré a su  "cátedra" literaria, tampoco a no saber cuál es el nivel del nefasto salario mínimo (pero es grave, de cualquier político no saber ni eso). Me refiero a su propuesta de Estado de Bienestar.

Señalaré un aspecto más peligroso para los mexicanos en caso de llevarse a cabo. La verdad me importa un bledo si un político sabe ó no deletrear tres libros. Más miedo me daría que un “intelectual”, de esos que se ubican en la izquierda ignorante en materia económica (esos pueden citar a cientos de libros, y uno de sus favoritos, que ni siquiera leen bien, el “Capital” de Carlos Marx), llegase al poder.

Pregonar que si (él) Peña llega al poder, respetaría la disciplina fiscal, el orden de las finanzas públicas (oírlo es ya un alivio), pero que a su vez implantaría un Estado de Bienestar amplio, continuar con el seguro médico universal (un verdadero disparate panista que sólo le mal apunta a la cobertura, al boquete finaciero irresponsable, y no a la calidad de la atención médica), pero además ampliarlo a un seguro masivo del desempleo y, ojo, la peor de las burradas, que cada mexicano tenga una pensión para retirarse (copiar el nefasto estado de bienestar europeo, de oírlo da nauseas), independientemente de la acumulación de riqueza en su vida. ¿Qué no sería mejor perfeccionar el esquema de las Afores y el PENSIONISSSTE? Si hay pensión asegurada para mi, ¿entonces para qué trabajo?, ¿para qué me esfuerzo en crear un patrimonio para mi familia? Que lo hagan otros por mí. La falsa salida socialista.

¿Con qué recursos fiscales quiere implantar Peña Nieto su “Estado de Bienestar”? Habla de una seria reforma fiscal, esa que su propio partido ha bloqueado. Para llevar a cabo cualquier reforma fiscal (en caso de llegar a la presidencia) requeriría del apoyo del PAN. ¿Quién le garantiza a Peña que si el PAN pierde el control de la presidencia, éste cooperará con el PRI? En ausencia de la reelección (a la que Peña no le entiende y ha bloqueado -Y AHORA LO SÉ MEJOR, LO SUYO NO ES LO INTELECTUAL Y LE ESCRIBEN LOS LIBROS-), los incentivos perversos son a la no cooperación con el partido en la presidencia en turno.

Pero lo más importante, naciones como las escandinavas con amplios programas de la cuna a la tumba (cuyo costo han pagado y están pagando muy caro), primero crecieron de manera agresiva, abrieron sus mercados al resto del mundo, diseñaron un marco legal que garantizara igualdad ante la ley y un sólido respeto por los derechos privados de propiedad. Países como Suecia se convirtieron en naciones desarrolladas entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Luego ya, los gobiernos con bastante recaudación en sus arcas, se volvió un “loco socialista” y emprendieron la construcción de sus enfermizos estados de bienestar. Ojo, primero desarrollo capitalista con fuerte crecimiento económico y luego la existencia del Estado paternalista, socialista, “benefactor” de las masas. Peña quiere hacerlo al revés, construir su supuesto estado benefactor y ya luego crecer, perdón pero así no es la cosa.

Peña equivocadamente ha prestado oído a intelectuales que de economía saben un cacahuate. Intelectuales que hablan de seguro médico universal, de pensiones para todos (en eso Peña y López son iguales). Ninguna reforma fiscal debe ser utilizada para mal construir un Estado benefactor que terminaría por financiarse con altísimos impuestos que castigarían el crecimiento económico vigoroso. Así no es Sr. Peña, primero a crecer económicamente de manera sostenida (mínimo 6% al año, mínimo), con bajos impuestos generalizados y parejos.

Querer implantar un esquema paternalista al estilo europeo sería un grave error para México.

De burradas y burradas económicas, mejor una pequeña cucharada de conocimiento que nos aleje de las tarugadas.