Asuntos Capitales

“Los partidos políticos en México son bienes públicos”

“Calificar de "bienes públicos" a los partidos políticos es una verdadera burrada económica.”


Godofredo Rivera
MIÉRCOLES, 30 DE DICIEMBRE DE 2015

Los bienes públicos en economía son, por ejemplo, las fuerzas armadas, la seguridad pública, la impartición de justicia, el alumbrado de las calles y parques, la infraestructura necesaria para que una sociedad opere diariamente con eficiencia, tal como sería el caso del drenaje público y las alcantarillas, los botes de basura y su recolección en las calles, así como las avenidas y calles en donde circulamos a diario, tanto peatones, bicicletas y vehículos de motor.

En economía se señala que los bienes públicos son socialmente necesarios, pero el incentivo del sector privado a proveerlos es pequeño, cuando no nulo. Por ello se dice que estas labores deben correr a cargo del Estado, por supuesto, sin excluir al sector privado para participar como proveedor o productor directo de algún bien público (con financiamiento gubernamental, tal como sucede con la provisión de armas a los ejércitos de los países, las cuales son producidas por el sector privado siguiendo las especificaciones del gobierno).

Confundir este concepto -el de bien público- es una verdadera burrada económica. Tal es el caso para los que consideran que los partidos políticos son un bien público, es decir, que cualquier proyecto político de una persona o personas debe en automático recibir fondos gubernamentales, fondos al fin de cuentas de los particulares, de los contribuyentes como usted o yo, amigo lector, que con nuestro trabajo financiamos a todos los partidos políticos en México.

Los partidos políticos en México NO son un bien público, más bien se parecen a un mal público, es decir, entre menos partidos políticos, mayor bienestar para los contribuyentes. Doy los siguientes datos que son públicos y pueden consultarse en distintos medios. 

Los partidos políticos ejercerán en 2016 más de 4 mil millones de pesos y el INE  más de 11 mil millones de pesos. Se habla de una disminución nominal respecto del 2015, y se señala que los partidos están conscientes de la austeridad financiera que vive el país. Lo dudo mucho.

En realidad los diputados se reasignaron mayores montos de gasto público para ejercerlo de manera discrecional, así como mayores salarios para 2016 y jugosos bonos navideños para 2015, nada mal para el año que termina. Sobre discutir si disminuyen su financiamiento a la mitad ni hablar, les valió un cacahuate las peticiones en las redes sociales. Obvio, los diputados tienen el monopolio del gasto público (la Cámara de Senadores por ley no puede hacer señalamientos y/o correcciones sobre lo que los diputados decidan gastar, tienen  el monopolio perfecto, ¿quién en su sano juicio controlando finanzas ajenas -dinero de los contribuyentes- decidiría  bajarse el sueldo o renunciar a la facultad de gastarse a su antojo el dinero ajeno?).

Por eso los ciudadanos debemos exigir que se elimine el monopolio de gasto de los diputados y dejar de creerse el choro de que los partidos políticos son bienes públicos, no lo son, al menos en México. Se comportan como verdaderos parásitos, chupando la sangre de los contribuyentes cautivos. Ojalá a algún político responsable se le ocurra una propuesta para destruir el monopolio del gasto público que ejerce con toda discrecionalidad e impunidad la Cámara de Diputados.

Si los partidos políticos quieren el poder político, que sean ellos los que consigan sus propios recursos monetarios para sus costosas y aburridas campañas (¿implica esto dinero del narco a los partidos?, ya lo he señalado antes, para el fisco es fácil detectar movimientos extraños en cuentas bancarias; “dinero en lo oscurito”, en portafolios o maletas, al margen del fisco, ya es una práctica hoy diaria de todos los partidos políticos, en todo caso que la autoridad diseñe el mecanismo efectivo para detectar y sancionar severamente dichas prácticas, tal como sucede en EU y los países europeos).

Es hora de empezar bien el año que comienza, ¡cero dinero a los partidos políticos!, por el bien del bolsillo de los mexicanos. Feliz y próspero año amigo lector.

Amigo lector, de burradas y burradas económicas, mejor una pequeña cucharada de conocimiento que nos aleje de las tarugadas.