10/2/2008
Las peligrosas conexiones de Chávez
Jaime Daremblum

Washington (AIPE)- El arribo de bombarderos de largo alcance de Rusia a Venezuela para efectuar ejercicios militares conjuntos no necesariamente implica el comienzo de una nueva Guerra Fría, pero sí aporta más pruebas de que Hugo Chávez se ha convertido en la principal fuente de inestabilidad continental.

 

El anuncio de que Venezuela realizará ejercicios de guerra con fuerzas rusas fue en parte una respuesta a las políticas de seguridad estadounidenses. A comienzos de año la Marina de los Estados Unidos restableció su Cuarta Flota, que cubrirá las aguas de América Latina y el Caribe. Al planificar maniobras militares complejas con navíos rusos, Chávez efectúa un audaz desafío anti-yanqui (el Kremlin, claro, tiene sus propios motivos para querer irritar a Washington).

 

Además de gastar miles de millones de petrodólares en armas rusas, Chávez ha cultivado cálidas relaciones con Irán. Recientemente Los Ángeles Times reportó que funcionarios occidentales temen que el grupo terrorista Hezbollah, apoyado por Irán, "esté usando Venezuela como base para sus operaciones". Un oficial ligado a la lucha antiterrorista dijo al Times que la relación de Venezuela e Irán está "convirtiéndose en una asociación estratégica".

 

Hablando de terroristas, los vínculos de Chávez con las FARC de Colombia han quedado mucho más claros recientemente. Archivos de computadora decomisados hace pocos meses a las FARC detallaban los esfuerzos venezolanos para armar y financiar esa narcoguerrilla. La semana pasada, el Departamento del Tesoro estadounidense congeló las cuentas de tres venezolanos dos altos funcionarios de inteligencia y un ex Ministro acusándolos de financiar a las FARC.

 

Uno de ellos, el ex Ministro del Interior y de Justicia Ramón Rodríguez Chacín, supuestamente trató "de facilitar un préstamo de 250 millones de dólares por parte del gobierno venezolano a las FARC a finales de 2007". Líderes de las FARC están fuertemente involucrados en el tráfico de narcóticos. Al apoyarlos, Venezuela ayuda a una red criminal con conexiones mundiales.

 

El economista venezolano y editor de la revista Foreign Policy, Moisés Naím, señaló que, bajo Chávez, Venezuela "se ha convertido en un centro de encuentro clave para los sindicatos internacionales del crimen. Lo que los atrae no es el mercado local; lo que realmente adoran son las excelentes condiciones que Venezuela le ofrece a alguien a cargo de administrar una red criminal mundial". Según Naím, "un funcionario policial holandés de alto nivel me dijo que él y sus colegas europeos están pasando más tiempo en Caracas que en Bogotá, Colombia, y que los jefes de muchos de los principales carteles criminales ahora operan con impunidad, y eficacia, en Venezuela".  

 

Con ese tipo de acciones, el régimen de Chávez se ha convertido en una amenaza a la democracia y la estabilidad en toda la región. En la última edición de Foreign Affairs, el ex ministro mexicano de relaciones exteriores Jorge Castañeda expresa que ciertos poderes regionales, como México y Colombia, están renuentes a enfrentar a Chávez porque "se aterrorizan de que Washington no los respalde".

 

Por desgracia, no es un temor poco razonable. El fracaso del Congreso en aprobar un tratado de libre comercio con Colombia, el más cercano aliado de Estados Unidos en Suramérica, ha tenido un pernicioso efecto sobre la credibilidad estadounidense. Entretanto, como observa Castañeda, el reciente tira-y-afloja entre Estados Unidos y México sobre un paquete de ayuda bilateral (la iniciativa de Mérida) dejó al presidente mexicano, Felipe Calderón, sintiéndose "avergonzado". Castañeda señala que "el incidente dejó a Calderón aún más receloso de librar la batalla de ideas contra Chávez y los hermanos Castro".

 

La lección para John McCain y Barack Obama está clara: el próximo Presidente estadounidense debe afirmar inequívocamente su compromiso de apoyar y proteger a sus socios democráticos en América Latina.  Eso implica, entre otras cosas, insistir con el Congreso para que apruebe el tratado de libre comercio con Colombia, ayudar a México en su guerra cada vez más sangrienta contra las drogas y profundizar la cooperación económica regional. Además, se debe seguir presionando financieramente a los venezolanos (dentro y fuera del Gobierno) que encauzan dinero hacia grupos terroristas y las redes mundiales del crimen.

 

Chávez a menudo habla y actúa como un bufón. Pero debido a lo que el periodista Michael Reid (en su libro Continente Olvidado) llama "un accidente de la historia” el auge reciente en precios de petróleo el hombre fuerte venezolano no puede ser ignorado.

 

 ___*Director del Centro de Estudios Latinoamericanos, Hudson Institute, Washington DC.

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