Escenario uno: Pese a todo y con pequeños ajustes
cosmético-políticos, tanto el Senado como
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario dos: Se le hacen ajustes mayores al plan de
rescate y en lugar de usar los recursos de los contribuyentes para comprar
activos tóxicos e ilíquidos, se utilizan para capitalizar a las instituciones
en problemas y para estimular todas las compras, fusiones y absorciones
posibles que mejoren sustancialmente la relación “capital contra activos en
riesgo” de la banca estadounidense y global. El rescate sale más barato, y
menos “injusto”.
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Escenario tres: Por “culpa” de la politiquería y de las
perniciosas opiniones de algunos libertarios –convencidos, como yo, de la
supremacía del mercado libre sobre cualquier intervencionismo gubernamental- no
se hace nada. Quiebran más instituciones, pierden muchos inversionistas y
acreditados más o menos “inocentes” (cabría preguntar: ¿inocentes de cuál
crimen?, ¿tener dinero?, ¿necesitarlo?); aumenta la percepción de riesgo, se
recobran prácticas bancarias y financieras conservadoras; cae el dólar, el gobierno
de Estados Unidos no tiene más remedio que proponer un programa creíble,
draconiano, de saneamiento de sus deterioradas finanzas públicas y
En este escenario, ¿se evita una recesión? No.
Lo único seguro es la recesión.