No pretendía escribir sobre el
asunto, ya que bastante lo comenté en radio y televisión, pero por aquello de
que verba volant,
scripta manent (las
palabras vuelan, las letras permanecen) me animo a hacerlo y pongo manos a la
obra.
No es ningún secreto que la
competitividad de la economía mexicana, entendida como la capacidad para
atraer, retener y multiplicar capitales, deja mucho que desear, y a las pruebas
me remito. Según el Índice de Competitividad Global 2007 - 2008, del Foro
Económico Mundial, la calificación de México, del 0 al 10, es de 7.5, lejos del
cinco, ocupando el lugar 52 entre las 133 naciones consideradas, todo lo cual
se resume en una palabra: mediocridad.
Urge elevar la competitividad de la
economía mexicana, para lo cual hay que desburocratizarla, es decir, eliminar
trámites que no son otra cosa más que lastres y obstáculos que elevan el costo
de emprender, invertir y producir en México, tal y como lo muestra el reporte Doing Business, del Banco
Mundial, que mide qué tan fácil o difícil resulta, desde el punto de vista de
las regulaciones y trámites impuestas y exigidos por el gobierno, abrir, operar
y liquidar un negocio. La calificación de México, nuevamente en escala de
Urge desburocratizar la actividad
económica, con el objetivo de elevar la competitividad del país, con el fin de
atraer más inversiones, sobre todo directas, de las que depende el progreso
económico. De tal urgencia está consciente el gobierno de Calderón, quien tiene
como propósito, para el 2012, eliminar mil 200 de los 4 mil 200 trámites
burocráticos que existen, ¡nada más!, a nivel del Federal, propósito que
manifiesta que el mismo gobierno reconoce que, ¡por lo menos!, sobran mil 200
trámites, ¡28.5 por ciento del total!, mismos que hay que eliminar, eliminación
que apunta en la dirección correcta.
Lo que me parece una burla es el
concurso, convocado por
Para terminar le hago, a los
burócratas, la siguiente pregunta: ¿cuál debe ser el fin del trámite
burocrático? Esta es la pregunta que hay que responder y, una vez obtenida la
respuesta, eliminar todo trámite que no cumpla con ese fin. ¡Por favor, que
algún burócrata, del presidente Calderón para abajo, me responda: ¿Cuál debe
ser el fin del trámite burocrático?!