12/9/2010
Cambio climático: La visión del escéptico (II)
Arturo Damm
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La tesis generalmente aceptada es que la temperatura del planeta seguirá subiendo, y que ello se deberá, principalmente, a la industrialización. Aceptemos, sin conceder, que la temperatura subirá, y que ese aumento se deberá a la industrialización. Aceptado lo anterior debemos preguntarnos si las políticas gubernamentales propuestas para combatir el problema del cambio climático tienen sentido, sobre todo si la evidencia en contra de la eficacia de los gobiernos es abrumadora, desde la lucha contra el narcotráfico hasta la lucha contra la pobreza, desde los esfuerzos a favor de la estabilidad económica hasta los esfuerzos en aras del crecimiento de la economía.

¿Qué les hace creer, a quienes lo creen, que en el tema del combate al cambio climático los gobiernos serán eficaces? Para responder esta pregunta, referente al futuro -, las políticas gubernamentales de combate al cambio climático, serán ¿eficaces? -, preguntémonos por el pasado: las políticas gubernamentales de combate al cambio climático, ¿fueron eficaces? Todo indica que, por el tono de urgencia que ha caracterizado a los llamados hechos en la COP16, comenzando por Calderón, el avance, si es que lo ha habido, ha sido insuficiente, lo cual debe llevarnos a preguntar por la eficacia de lo que, en la materia, han hecho los gobiernos.

Si la evidencia en contra de la eficacia de los gobiernos es abrumadora, al grado de poder afirmar que todo gobierno es, en mayor o menor medida, un fracasado (de todas las metas que un candidato define a lo largo de su campaña electoral, y de todos los objetivos que se propone ya estando en el poder, ¿Cuántos cumple al final de su gestión?), ¿qué les hace pensar, a quienes lo piensan, que las políticas gubernamentales propuestas para combatir el problema del cambio climático serán eficaces?, pregunta que hago sumándome al grupo de los escépticos, sobre todo si tomo en cuenta que, en las últimas dos décadas, según lo señala José Brechner en su artículo ¿Calentamiento global? ¡Mejor ponte un sweater!, se han gastado 50 mil millones de dólares, de presupuestos gubernamentales, es decir, de impuestos cobrados a los contribuyentes, par que algún presupuestívoro, como lo es Al Gore, estudie el problema y proponga soluciones.

¿Queremos vivir de algún presupuesto extraído coactivamente del bolsillo de los contribuyentes? Presentémosle a la humanidad una amenaza que, de no atajarse, traerá como consecuencia efectos como los vistos en películas que van desde El día después de mañana  hasta 2012, y vayamos por el mundo asustando a la gente y proponiendo soluciones que, ¡faltaba más!, dependen del gobierno, y que suponen limitar más la libertad individual y la propiedad privada.

Además no hay que olvidar que esta película, la del futuro apocalíptico, aunque con otros villanos, ya la vimos, desde las predicciones del economista Malthus (véase An Essay on the Principle of Population), a finales del siglo XVIII, hasta las predicciones del biólogo Ehrlich (véase The population bomb), en la década de los sesenta del siglo pasado, predicciones catastrofistas que, hasta hoy, no se han cumplido.

Continuará.

 



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