¿Afectará el problema de la economía
estadounidense a las actividades económicas de los mexicanos? Sí. ¿Cómo? Lo
primero que hay que hacer, para responder esta pregunta, es identificar los
canales a través de los cuales el problema de la economía estadounidense
afectará en México. Dichos canales son: remesas, exportaciones, inversión
extranjera directa, turismo y precio del petróleo. En la medida en la que cada
una de estas variables se contraiga tendrán consecuencias que van, desde la
devaluación del peso frente al dólar, hasta la aparición de presiones
recesivas: menor producción, menos oferta de bienes y servicios, más desempleo.
El buen desempeño de cada una de las
variables mencionadas, y sus consecuencias positivas sobre la actividad
económica de los mexicanos, depende del buen desempeño de la actividad
económica de los estadounidenses (desde la inversión hasta el consumo) que, por
el grave problema que enfrenta el sector bancario (sobre todo la banca de
inversión), puede llegar a deteriorarse, siendo el primer efecto de todo ello una
menor entrada de dólares al país, con la consecuente devaluación del peso
frente al dólar, depreciación que podría reforzarse si, por falta de confianza
en la capacidad de la economía mexicana para capotear el vendaval, ahorradores,
inversionistas y especuladores cambian sus pesos a dólares y los sacan del
país.
Una menor actividad económica en los
Estados Unidos se puede traducir en un menor envío de remesas hacia México; en
menos exportaciones de productos mexicanos hacia los mercados estadounidenses;
en un menor flujo de inversión estadounidense hacia la economía mexicana; en
menos turismo estadounidense; en una menor demanda de petróleo y, por lo tanto,
un una baja de su precio. Cada uno de esos eventos se traduce en una menor
entrada de dólares hacia el mercado cambiario mexicano y, por ello, en un
aumento en el precio de la divisa estadounidense, tal y como ha sucedido del lunes
4 de agosto hasta ayer 6 de octubre, periodo en el cual el tipo de cambio
aumentó 2.28 pesos, incremento equivalente a una devaluación del 23 por ciento.
El lunes 4 de agoto, en 9.98 pesos,
el tipo de cambio alcanzó el que, hasta hoy, es su menor nivel del 2008. Ayer,
martes 6 de octubre, en 12.26 pesos por dólar, el tipo de cambio alcanzó su
máximo histórico, lo cual quiere decir que nunca antes el dólar había estado
tan caro.
¿Por qué la devaluación? En primer
lugar, por la caída en el envío de remesas que, en agosto pasado, registraron
una baja anual del 12.6 por ciento y, en segundo lugar, por la baja en el
precio del petróleo que, entre el jueves 3 de julio y el martes 7 de octubre
pasó de
Continuará.