Buenos Aires (AIPE)- El tercer debate presidencial en
Estados Unidos constituyó, a mi juicio, una decepción similar a los dos
primeros, como también el debate de los candidatos a la vicepresidencia. Discutieron
sobre cuál tiene los mejores planes para manejar las vidas y las haciendas del
prójimo. Por el momento, y de un tiempo a esta parte, se ha abandonado el sueño
americano de respeto a la propiedad ajena y a los valores que tan sabiamente
expusieron los Padres Fundadores.
Sin duda, George W. Bush ha hecho mucho por destruir esos principios, con sus
ansias imperiales que naturalmente requieren un emperador. Su colosal aumento
del gasto, de la deuda y del déficit fiscal han fortalecido notablemente al
Leviatán, al tiempo que aplastan la tradición conservadora de su partido y
abrió las compuertas a la demagogia de los demócratas, lo cual se comprobó en
la campaña Obama-Hillary Clinton, donde ambos competían en una frenética carrera en ofrecer
más del fruto del trabajo ajeno.
Pero las declaraciones de “Joe
el plomero” sí revelan cierto optimismo. Citado primero por Obama,
con quien estuvo en un acto proselitista y luego fue nombrado veintitrés veces durante
el debate presidencial para ilustrar la posición de la gente común.
Al día siguiente,
Este solo pensamiento de “Joe
el plomero” revela gran sabiduría, mucha más que la mayoría de los políticos de
Washington. Puso de manifiesto que comprende con mayor profundidad los
presupuestos sobre los que originalmente se construyó la nación estadounidense
que los actuales candidatos a la presidencia. También resultó sumamente
interesante comprobar que Joe no tiene la licencia
que la reglamentación estatal exige para ejercer la plomería, lo cual deja al
descubierto la imbecilidad de regulaciones gubernamentales que imponen permisos
especiales para soldar caños, arreglar inodoros y demás menesteres de ese tipo.
Se necesitan personas como Joe
el plomero que desean revertir las regulaciones asfixiantes del gobierno, rechazan
las insolentes intromisiones en la vida de los ciudadanos y el espasmo general
que hoy sufre su país, por haberle dado la espalda a
su magnífica tradición de libertad.
___* Presidente de la Sección
Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias, Argentina.