La ciencia siempre ha sido usada como un efectivo medio de control social. Es decir, el control de unos cuantos sobre la humanidad. Religión y ciencia a través de la historia han sido usados como mecanismos para ese control social. Las elites han programado las mentes de la gente para que todos piensen que ellos son los únicos que tienen el conocimiento y nosotros somos una manada de idiotas y, por lo tanto, lo que ellos decidan debe ser dogma. Ellos parecen decir que Dios se ha comunicado para darles el poder para descubrir nuevas ciencias misteriosas. Y las masas, para sobrevivir y estar protegidas deben seguir sus órdenes y aprender de sus amos. Pero, cuando la ciencia se aplica políticamente se convierte en otro acto de fe. Una fe controlada por autoridades centrales que escogen porciones para ser aplicadas política y socialmente, ej. el cambio de clima.

Con todos los candados que a través de los tiempos los gobiernos han venido estableciendo para aprisionarnos, sentíamos tener ese bello lugar en donde todavía podíamos ejercer nuestra libertad, nuestros sueños, nuestras aspiraciones sin que nadie invadiera ese mágico rincón tan especial, nuestra mente. Sin embargo, se han iniciado una serie de estudios especiales con el propósito de llegar a decodificar la actividad del cerebro humano para extraer imágenes y pensamientos. Desde el 2011, el Prof. Jack Gallant reporta haberlo logrado cuando, asociado con la observación de una película, digitalmente pudo reconstruir la dinámica mental de sus imágenes usando la tecnología FMRi y algoritmos avanzados.

El científico luego afirmaba; “estamos abriendo una gran ventana de la película de nuestra mente”. Los científicos han celebrado este acontecimiento expresando sus grandes posibilidades para el futuro de la humanidad. Pero, de lo que no hablan, es de otro siniestro potencial de esta tecnología que le dará al gobierno el poder para espiar nuestras mentes y, ante un pensamiento que sea solo intención, volcar todo su poder contra esos soñadores atrevidos y peligrosos. Esto es solo otro programa de vigilancia intrusiva y de violación de nuestro sagrado lugar de una libertad que cada día desaparece.

En UCLA han desarrollado lo que llaman Devise Brain Decoder, (Aparato para la Decodificación del Cerebro) con el claro objetivo de monitorear lo que la gente piensa. De esa forma estarían decodificando la voz del cerebro. La Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de la Defensa, ha estado generando grants gubernamentales de billones para desarrollar la siguiente generación de neuro tecnología no quirúrgica. Y, aunque se mantiene en la oscuridad, ha sido revelado que se orientará hacia la intervención no quirúrgica para la integración del cerebro humano con la tecnología. El objetivo es desarrollar una vía para controlar el cerebro humano a través de las máquinas y, también, la interacción entre humanos e inteligencia artificial para controlar robots, sistemas de ciberseguridad, armamento, drones… y conductas.

Pero la madre de todo el espionaje para la vigilancia y control social son las criptomonedas. Ese control se establece a través de una cadena especial de tecnología, una herramienta ideal para que florezca el totalitarismo especialmente cuando se combinan IoT, la tecnología negra y un sistema de crédito social como el que ya utiliza China. Todo lo bueno que se pueda citar de este sistema de vigilancia y control, son argumentos insostenibles ante el escrutinio y su resultado. Una economía token es un seguro paso hacia la servidumbre construyendo ecosistemas que puedan controlar e incentivar conductas. Esta tecnología de Cadena Cerrada puede crear algo jamás visto. Con esos tokens pueden premiar actividades promoviendo, por ejemplo, un clima amigable, al mismo tiempo que castiguen a quienes no acepten esas direcciones y por eso perderán tokens.

Gentes desempleadas podrían recibir tokens si buscan empleo, pero también pueden perderlos en su cartera digital, al no estar enviando suficientes aplicaciones de trabajo. Cuando alguien solicite algún trabajo deberán tener un cierto número de tokens sólo para aplicar. Y, si una tecnología de Cadena Negra es conectada a ToT, el resultado será un completo récord digital de todas las interacciones con el mundo de cualquier persona.

Esta tecnología es la cereza del pastel para la formación de un totalitarismo descentralizado y autónomo. El gobierno chino ha creado una moneda digital nacional y, con un sistema de reconocimiento facial, ligado a la cartera digital de cada quien, la necesidad de dinero en efectivo es eliminada. Y un gobierno estableciendo una sociedad de cadena de bloqueo permanente, también estará creando ingeniería social y, así, opositores en solo unos instantes pueden ser eliminados de todos los servicios, especialmente cuando pretenden operar fuera de los parámetros establecidos por el gobierno. La Cadena de Bloque usando tokens es un proceso por el cual ciertos tipos de conductas pueden ser representadas digitalmente en la cadena. Estas cadenas son rápidas, eficientes operando en tiempo real. Un gran poder en manos del gobierno.

Mientras más poderoso sea el gobierno, aumenta su capacidad para oprimir, asesinar, destruir. Solo el siglo pasado China asesinó más de 80 millones de civiles desarmados, y los gobiernos a través del mundo asesinaron 270 millones. Los EU ilegalmente iniciaron la guerra de Irak a base de mentiras con su bandera de libertad y democracia que en este país ya no existe. Porque el poder asesina, y el poder absoluto, asesina absolutamente con impunidad. Pero, la guerra y la muerte produce tanto dinero para las elites, que constantemente buscan nuevas avenidas para provocarlas y estar listos para los pedidos que deberán surtir.  

Estamos hablando de una operación similar a la utilizada por la CIA, pero más completa, porque la CIA nunca ha tenido forma de, legalmente y sin violencia, penetrar el cerebro de la gente, auditarlo, y luego pasar a su reestructuración, de acuerdo a lo que ellos quieren. El control de las masas a través de penetrar la mente de forma intrusiva para programarla es permitir que estas elites destruyan la capacidad de razonar, analizar y, sobre todo, el derecho de la gente para decidir pretendiendo controlarla como ratones de laboratorios. Invadir ese sagrado recinto que es la mente para hacer con ella lo que les conviene.

El abismal récord humanitario de los gobiernos debe ser una amplia evidencia para concluir que su nuevo juguetito de control mental, vía la nueva tecnología que, sin lugar a dudas, llevará a los gobiernos a cometer más atrocidades e injusticias restando a la gente el poder para disentir. Y nosotros programados portando la absurda creencia que el gobierno electo “por la gente y para la gente” (la gran mentira) resolverá los graves problemas que cada día crecen. Entonces, como afirmara Voltaire, “bienvenidas las atrocidades y las cometeremos pues ya se van a legalizar”.