De la crisis causada por las distorsiones de los precios en las viviendas algunos ahora culpan al “mercado”, al “capitalismo”, a la “bolsa” o a “falta de reglamentaciones”. Todo eso es ridículo porque el gobierno interfirió y distorsionó los precios que guían al mercado, impidiendo su funcionamiento. Hoy vivimos una crisis que no es otra cosa que un correctivo de realidad.
Un país tiene solamente dos opciones de gobierno: puede intentar gobernarse buscando conciliación de intereses casuísticamente, diseñando camellos, o puede gobernarse buscando que todos observen las normas de conducta que conviene a todos.
Resulta que ahora sólo el gobierno de Guatemala puede gestionar adopciones y, consecuentemente, se han cerrado los hogares privados de niños abandonados y las adopciones se han suspendido porque el gobierno no tiene hogares ni fondos para cuidar a esos niños. Cuidarlos cuesta dinero que anteriormente era voluntariamente pagado sin cargo al erario público.
El Capitalismo o el Socialismo pueden existir bajo distintos sistemas políticos, democrático o socialista, porque se refieren al sistema económico, y no a la forma de escoger o renovar un gobierno. En cambio, los gobiernos pueden ser democráticos o totalitarios respecto de cómo se escogen los gobiernos.
Establecer salarios mínimos resulta ser una crueldad no intencional: Los políticos olvidan que un mal empleo es mejor que ningún empleo y que un mal salario es mejor que ningún salario.
El punto sobre la i
Durante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.