El problema con el narcotráfico no es la producción, oferta y venta de drogas, sino las actividades delictivas y criminales que, bajo ciertas condiciones, se generan.
Cuando se promulgan leyes hay que hacer dos preguntas: ¿cuál es la intención del legislador? y ¿cuáles pueden ser las consecuencias de la ley una vez promulgada?
Al prohibir el gobierno desde la producción hasta el consumo de drogas le da a todas esas conductas el trato de delictivas, momento de preguntar si realmente lo son.