Para revertir la caída de la actividad económica hay que primero entender sus verdaderas causas. El gobierno y la Reserva Federal han diagnosticado mal el problema y recetan una medicina equivocada: el “paquete de estímulo”.
Washington
(AIPE)- ¿Cuánto tendría que regalar el gobierno a cada ciudadano para evitar
una recesión? Esta es una pregunta imposible de contestar porque infiere una
conclusión falsa y cuando los argumentos políticos son ficticios con respecto a
sus resultados, se instrumentan políticas equivocadas.
Para
revertir la caída de la actividad económica hay que primero entender sus
verdaderas causas. El gobierno y
El
problema inicial, que condujo al desastre de las hipotecas de alto riesgo, fue
causado por
El
resultado es que no se ha permitido la construcción de nuevas refinerías ni tampoco
extraer petróleo en las costas ni en las reservas de Alaska. No se permite la
construcción de nuevos diques. Se restringe la minería del carbón y la
construcción de nuevas plantas de energía nuclear. Y, qué sorpresa, se disparó
el precio de la energía y se depende cada día más de la importación, mientras
que las empresas petroleras de Estados Unidos son menos competitivas
globalmente.
El
tercer problema ha sido la excesiva y destructiva regulación financiera que ha
causado se disparen los costos contables y las transacciones de la bolsa, perjudicando
especialmente a las empresas. Esos costos y regulaciones adicionales han
logrado que muchas empresas hagan sus primeras emisiones de acciones en
ciudades como Londres y que otras muden sus sedes al exterior.
Aquí
las empresas ahora son obligadas a tener directores “externos” que pueden no
saber nada sobre el negocio ni mejorar el rendimiento. Y recientemente la
oficina contra monopolios del Departamento de Justicia demostró de nuevo su
ignorancia empresarial al proponer que las bolsas de venta de acciones, de mercancías
y materias primas no puedan poseer cámaras de compensación, lo cual es
fundamental para el intercambio. Es como decirle a un fabricante de automóviles
que no puede incluir el motor cuando venda un auto y obligar al consumidor a
buscar el motor en otro sitio. Esas tonterías e ignorancia de los políticos y
burócratas están afectando la economía de Estados Unidos.
Otro
problema es el aumento del gasto gubernamental, como porcentaje del producto
interno bruto. La mayoría de los programas gubernamentales son mal manejados y los
bien manejados suelen ser contraproducentes, por lo que se malgasta tanto
dinero. El tamaño del gobierno es mucho mayor de lo necesario, por lo que cada
gasto adicional hace daño a la economía nacional.
Para
revivir la economía, tanto el Congreso como el Poder Ejecutivo deben dar marcha
atrás en las políticas que causaron el daño, en lugar de empeorar la situación.
Pero, lamentablemente, Washington seguirá haciendo lo mismo y favoreciendo a
grupos de interés que contribuyen a las campañas electorales de aquellos que votan
por seguir estorbando las actividades productivas de la gente.
___* Presidente
EntrarDurante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.