El 26 de enero, lunes, fue el día para alarmarnos por el desempleo en el mundo. Se habló como si en un solo día más de 70 mil personas hubiesen perdido su trabajo, lo cual es terrible pero también inexacto.

Por ejemplo, tomemos el caso de Pfizer que ese día anunció la compra de su competidora Wyeth por 68 mil millones de dólares, y la fusión de ambos laboratorios. De inmediato, como efecto de esta fusión, Pfizer informó de la reducción de 10% de su plantilla laboral, lo que significa 8,000 empleos. Se trataría de puestos de trabajo redundantes al convertirse en una sola empresa lo que antes eran dos empresas. Para 2012, y como consecuencia de las sinergias que se esperan lograr con la fusión (y no sólo por la eliminación de puestos redundantes) estiman que la suma total de empleos eliminados podría llegar a 20 mil.

Precisiones aparte, el hecho es que las cifras de desempleo en los próximos días, semanas y meses serán de malas a desastrosas.

Pero no todos los empleos perdidos obedecen a la recesión; muchos empleos perdidos son el resultado paradójico de un mayor bienestar. Destrucción creativa, como la bautizó Joseph Schumpeter.

Veamos:

Uno de los medicamentos más rentables de Pfizer es el famoso Lipitor que ha resultado eficiente para combatir el exceso de colesterol en la sangre. En noviembre de 2011 Pfizer dejará de tener la exclusividad (patente) del Lipitor y eso significa que habrá más laboratorios produciendo el medicamento (generando empleos) y vendiéndolo a precios más bajos (ya que no tendrán que amortizar, como ha tenido que hacer Pfizer, los costos multimillonarios de la investigación que permitió, entre otras cosas, el hallazgo de esa droga), lo cual, a su vez, significa que más personas tendrán acceso a dicho medicamento y disminuirán (no sabemos cuánto pero disminuirán) la morbilidad y la mortalidad atribuibles al exceso de colesterol.

Pero también disminuirán los márgenes de utilidad de Pfizer (en 2008 el Lipitor le produjo ventas por unos 12 mil millones de dólares) y ésa es una de las causas de la fusión con Wyeth: Ganar en productividad y seguir siendo una empresa viable.

Sería estúpido deducir que hay un dilema entre salud y empleo, como es tonto abominar del progreso tecnológico porque elimina empleos que han dejado de ser productivos.