Los tiempos de crisis económica, sobre todo si la crisis se presenta como recesión, son propicios para que los gubernamentólatras pretendan, con el pretexto de rescatar empresarios, salvar trabajadores y proteger a los consumidores, ampliar y profundizar la participación del gobierno en la actividad económica, con medidas que van, desde la inflación, como medio para promover el crecimiento, hasta la gubernamentalización de ciertas actividades económicas, con el objetivo de eliminar abusos cometidos por empresarios privados.

La crisis actual no es la excepción y, mostrando su ignorancia en materia de economía, no han faltado legisladores que, aprovechando el río revuelto, pretendan eso: ampliar y profundizar la participación del gobierno en la actividad económica. Allí está, como primer botón de muestra, la propuesta, defendida por el senador Manlio Fabio Beltrones, de imponerle al Banco de México la tarea de, además de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, incentivar el crecimiento, para lo cual el banco central tendría que recurrir a la inflación. Allí está, como segundo botón de muestra, la propuesta de otro senador, Ricardo Monreal, para gubernamentalizar (que no nacionalizar) la banca. ¿Qué tienen en común ambas propuestas? Que de llevarse a la práctica tendrían como resultado la ampliación y profundización de la participación del gobierno en la actividad económica.

De la propuesta de Beltrones ya me ocupé en algunos Pesos y Contrapesos, razón por la cual centro la atención en la propuesta de Monreal, comenzando con una pregunta: ¿qué les hace pensar, a quienes con Monreal defienden la propuesta a favor de la gubernamentalización de la banca, todos ellos legisladores simpatizantes de López Obrador, que el monopolio gubernamental en la banca va a dar mejores resultados que los bancos privados compitiendo en el mercado? ¿Realmente creen que la oferta, de cualquier bien o servicio, comenzando por los servicios de banca y crédito, realizada por un monopolio, que para colmo de males es gubernamental, es la mejor opción cara los intereses de los consumidores o a la promoción del crecimiento económico?

Si Monreal y compañía realmente están preocupados por el bienestar de los consumidores del servicio de banca y crédito, lo que deben hacer, en su calidad de legisladores, es revisar el marco jurídico y regulatorio de la actividad bancaria para, una vez hecha la tarea, eliminar todo aquello que impida o dificulte la apertura y operación de nuevos bancos, a todos niveles: nacional, regional y local. Lo que tienen que hacer es promover la competencia, y la manera de hacerlo es abriendo el sector de la actividad bancaria a todo aquel, nacional o extranjero,  que quiera y pueda participar.

Si Monreal y compañía en verdad están preocupados por el bienestar de los consumidores de los servicios que ofrece la banca, lo que tienen que hacer es promover la mayor competencia posible en el sector. Pero no, ¡nada más eso faltaba! Lo que proponen es exactamente lo contrario: el monopolio gubernamental y, para colmo de males, en un sector estratégico, como lo es el de la banca.

¿Qué señal se mandaría a los capitalistas, inversionistas en potencia, si, previo cambio al 28 constitucional, se gubernamentalizara la banca? ¿Cuál sería el efecto de tal violación a la propiedad privada y a la libertad individual? ¿Cuáles serían las consecuencias de tal abuso de poder, basado en el positivismo jurídico?

Continuará.