En
El riego en la agricultura representa
aproximadamente 70 por ciento del consumo mundial de agua fresca, pero puede
ser aún mayor dependiendo del tipo de cultivos y de las condiciones
hidrológicas locales.
La introducción de plantas que consumen menos
dejaría más agua para otros usos. Biólogos han determinado que genes que
regulan el consumo de agua de las plantas pueden ser transferidos a cultivos
importantes y algunas modificaciones permiten que crezcan consumiendo menos
agua. El primer cultivo resistente a las sequías –maíz- se espera que pueda ser
comercializado para el año 2012.
Cepas resistentes a plagas y a enfermedades
también ayudan a economizar agua. Más de 13 millones de agricultores en no
menos de 25 países ya utilizan variedades de cultivos genéticamente modificados
que producen más alimentos y causan un menor impacto al medio ambiente. Los
países que más han adelantado en esto son Estados Unidos, Argentina, Brasil y
Pero estos adelantos están siendo bloqueados por
activistas y exceso de regulaciones gubernamentales. Grupos radicales, como Greenpeace, se oponen a las nuevas tecnologías e inventan
falsedades como que los cultivos genéticamente modificados causan impotencia,
homosexualidad, enfermedades como el sida y hasta la calvicie.
Ese tipo de presiones fomenta la imposición de
más regulaciones. La agencia de las Naciones Unidas que establece las normas
alimenticias,
Paralelamente, gobiernos interesados en proteger
a su sector agrícola interno utilizan mentiras sobre los alimentos
genéticamente modificados para impedir la competencia extranjera, de precios
más bajos, perjudicando así a su propia gente. Eso hace
La escasez perjudica el desarrollo económico; la
excesiva utilización de agua reduce la cantidad de agua bajo la superficie y promueve
la subida del nivel del mar y la mala calidad del agua fomenta las enfermedades
como el cólera, la disentería, hepatitis y la fiebre
tifoidea. Las sequías que suelen ocurrir en Europa, África, Australia, América
del Sur y Estados Unidos podrían reducirse utilizando un poco menos de agua
para el riego, logrando al mismo tiempo grandes beneficios, tanto económicos
como humanitarios.
Es indispensable que los activistas y los
burócratas dejen de bloquear las nuevas tecnologías que logran mayores cosechas
con menos riego.
___* Médico y biólogo investigador de Hoover
Institution, Universidad de Stanford.