La inflación hoy es menor que la de ayer, al grado de que no hay punto de comparación entre lo que es con lo que fue, siendo lo que es menos malo comparado con lo que fue. ¿Pero qué sucede si comparamos lo que es con lo que debe ser?

En la década de los setenta del siglo pasado la inflación promedio anual fue 16.3 por ciento, en la de los ochenta 51.4, en la de los noventa 16.1, y entre el 2001 y el 2009 dicha inflación resultó del 4.4 por ciento, la más baja de las último cuatro décadas.

La inflación que se registró durante los nueve primeros años del siglo que transcurre fue: 2001, 4.4 por ciento; 2002, 5.7; 2003, 4.0; 2004, 5.2; 2005, 3.3; 2006, 4.1; 2007, 3.8; 2008, 6.5; 2009 fue 3.6 puntos porcentuales. Independientemente de las causas del fenómeno, en los años nones la inflación disminuyó y en los pares aumentó, tal y como se espera que suceda en 2010, año para el cual las autoridades monetarias, pese a que la meta de inflación, fijada por ellas mismas, es del tres por ciento, han proyectado una inflación de cinco puntos porcentuales.

Para terminar muestro cuál fue la inflación, para el mes de enero, de 2001 a 2010, mes para el cual ya tenemos completa la primera década del siglo XXI: 2001, 0.55 por ciento; 2002, 0.92; 2003, 0.40; 2004, 0.62; 2005, 0.00; 2006, 0.59; 2007, 0.52; 2008, 0.46; 2009, 0.23; 2010, 1.09 puntos porcentuales. ¿Qué tenemos? En primer lugar, la mayor inflación para un mes de enero, en los últimos diez años. En segundo lugar, el mayor repunte inflacionario, para un mes de enero, comparado con enero del año anterior, repunte que fue de 0.86 puntos porcentuales, equivalentes al 373.9 por ciento. En tercer lugar, el rompimiento de la tendencia, hacia una inflación cada vez menor, que se mantuvo de 2007 a 2009. En cuarto lugar, una inflación que, nada más en el mes de enero, representó una tercera parte de la meta de inflación para todo el año. En quinto lugar, una inflación que, nada más en el primer mes de año, representó una quinta parte de toda la inflación proyectada para el mismo. En sexto lugar, una inflación que, de mantenerse, durante el resto del año, la tendencia observada en enero (algo que muy probablemente no sucederá), dará como resultado una inflación anual del 13.9 por ciento, que llegaría a ser, por mucho, la mayor inflación de la primera década del siglo XXI, muy por arriba del 6.5 del 2008, inflación que, hasta el momento, es la mayor en lo que va del siglo.

La inflación ya no es la que era, pero sigue siendo. ¿Quién es el responsable? El Banco de México, ya sea porque produce inflación, ya porque la permite, lo cual tiene que ver con las reglas monetarias, que hacen de la autoridad en la materia juez y parte, algo que debe corregirse. Pero, ¿quién habla de reforma monetaria?