Grand Rapids, Michigan (AIPE)- En pocas peleas surge tanta maldad como en
pleitos teológicos. Esto lo comprobamos en la disputa surgida entre las dos
figuras clave de la teología de la liberación, los hermanos brasileños Leonardo
y Clodovis Boff. Aunque
poco reportada fuera de los círculos teológicos, la importancia del pleito es
más que académico y sugiere que la teología de la liberación, antes tan
prominente en Latinoamérica, se autodestruye bajo el peso de sus propias
ambigüedades y por fuertes críticas durante varias décadas.
Leonardo es el más famoso de los hermanos. En su libro “Iglesia, carisma
y poder: teología de la liberación y
No es necesario tener un título en teología para saber que tales
argumentos son incompatibles con el catolicismo ortodoxo. Luego de conflictos
con obispos brasileños y con el cardenal Ratzinger --ahora
Papa y entonces guardián oficial de la ortodoxia--, Leonardo ahorcó los hábitos
y abandonó
Por su parte, su hermano Clodovis siguió
siendo sacerdote, perteneciendo a los Siervos de María. Hasta hace poco se le
identificaba como miembro radical de la teología de la liberación, pero a fines
de 2007 sorprendió a sus amigos con la publicación de una dura crítica a “como
realmente existe”, en
Clodovis mantuvo que el error básico
de la teología de la liberación es sustituir a Jesucristo con “los pobres” como
“principal principio operativo” y apuntó a los recién censurados textos de Jon
Sobrino, S.J., como ejemplo del daño que le hacen a
la integridad de la fe cristiana.
Primero, estimulan la tendencia a ver a
Más seriamente, Clodovis sugiere que los
teólogos le dan prioridad a los pobres por encima de Cristo, cuyo “resultado
inevitable es la politización de la fe, su reducción a un instrumento para la
liberación social”. Según Clodovis, “el principio de
Cristo siempre incluye a los pobres, pero el principio de la pobreza no incluye
necesariamente a Cristo”. Esa fue una de las críticas hechas, en los años 80, por
el actual Papa Benedicto XVI.
Según Clodovis, su objetivo es purificar de
errores a la teología de la liberación, no destruirla. Pero su hermano Leonardo
le contestó, en mayo de este año, rechazando duramente tales argumentos y
manteniendo que salir al encuentro de los pobres es encontrar a Cristo.
Añadiendo que las palabras de Clodovis serán
utilizadas por las autoridades eclesiásticas para acabar con la teología de la
liberación. Eso refleja la creencia de muchos teólogos de la liberación de que
todo se reduce, a fin de cuentas, al poder.
Así la idea de que alguien cambie de manera de pensar es vista como
cegarse ante la realidad y forma parte de la “represión burguesa”. Pero el
cambio de manera de pensar de Clodovis nos confirma
la fragilidad intelectual de la teología de la liberación. Es como si el
teólogo católico Michael Novak nos anunciara hoy que
el capitalismo es fundamentalmente incompatible con el cristianismo.
___* Director de investigaciones del Acton Institute.
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