La manipulación política de las propiedades inmobiliarias ha hecho considerablemente más daño que bien. Lo mismo aplicado al mercado laboral puede ser mucho peor porque afecta a todas las familias y no solamente a los compradores y propietarios de casas y apartamentos.
(AIPE)-
El aumento excesivo de los precios de casas, apartamentos y terrenos
durante los últimos años se debió a que los políticos manipularon la demanda a
través de tasas de interés exageradamente bajas, transfiriendo los riesgos
hipotecarios de las empresas financieras privadas a entidades respaldadas por
el gobierno federal como Fannie Mae y Freddie Mac. Pero si el gobierno asume los riesgos, nadie se
preocupa mucho en analizar la capacidad de pago del comprador y las ventas se
multiplicaron sin medida ni control.
Así, la manipulación de los mercados de las
viviendas y de la construcción provocó un auge exagerado que repentinamente
colapsó. Cuarenta y tres estados de Estados Unidos reportaron aumentos del
desempleo en septiembre. En el último año, por primera vez en la historia, ha
disminuido la población en Florida, mientras que el desempleo se disparó a 11
por ciento en septiembre.
En lo que va del año 2009, 101 bancos han
cerrado operaciones, la cifra más alta del siglo XXI en este país, pero muy por
debajo de las 120 instituciones crediticias que desaparecieron en 1992.
Gran parte de las dificultades de los
préstamos inmobiliarios surgen del hecho que mucha gente debe más por la casa
que compró que el precio actual de esa propiedad. Se calcula que eso le sucede
a más del 60 por ciento de aquellos que obtuvieron un crédito hipotecario en
los últimos tres años. Además se prevé que los precios de los inmuebles
seguirán cayendo por el resto del año y también en 2010. Entonces, el grave
problema que confrontan los propietarios es que no pueden vender la casa para
pagar la deuda contraída. Se estima que el año pasado 600 mil compradores de
casas dejaron de pagar porque debían considerablemente más de lo que valían sus
viviendas.
El propietario de una casa, sobre la cual
debe 25 por ciento más de lo que actualmente vale en el mercado inmobiliario,
estaría efectuando pagos por casi 10 años antes de comenzar a incrementar su
capital invertido en la vivienda.
Claro que las políticas gubernamentales de
promover la compra de viviendas fueron bien intencionadas, pero de buenas
intenciones está empedrado el camino al infierno y alguien tiene que pagar por
los errores cometidos. En este caso, ello en gran parte será responsabilidad de
futuras generaciones que lo pagarán a través de impuestos y la caída del poder
adquisitivo del dólar.
La manipulación política de las propiedades
inmobiliarias ha hecho considerablemente más daño que bien. Lo mismo aplicado
al mercado laboral puede ser mucho peor porque afecta a todas las familias y no
solamente a los compradores y propietarios de casas y apartamentos. Hoy, el
salario mínimo está impidiendo que muchos jóvenes consigan su primer empleo. El
trabajador experimentado puede tomar la decisión de aceptar una oferta de
empleo con un salario inferior a su anterior trabajo, ¿pero qué puede ofrecer
un jovencito sin experiencia y cuyo aporte sería inferior al salario mínimo?
___* Director de la agencia
AIPE.
EntrarDurante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.