¿Por qué es importante la competitividad del país, definida como su capacidad para atraer, retener y multiplicar inversiones directas? Porque de las inversiones directas depende la producción de bienes y servicios, la creación de empleos y la generación de ingresos, y de la producción de bienes y servicios para el consumo final depende el crecimiento de la economía. A mayor competitividad más inversiones directas y a más inversiones directas más producción de satisfactores, más creación de empleo, más generación de ingreso.

Hace un par de días el INEGI dio a conocer el Índice Nacional de Competitividad 2017 (INC), y estos son los principales resultados: 1) en 2017 el INC descendió 0.68 por ciento en su comparación con 2016; 2) de los siete componentes que lo integran retrocedieron seis: desempeño macroeconómico, instituciones, capacidades, infraestructura, eficiencia de negocios, y medio ambiente e inclusión social; 3) en promedio entre el 2010 y el 2017 el INC creció solamente 1.02 por ciento.

Centro la atención en la visión de largo plazo, de 2010 a 2017, y en dos de los siete componentes del ICN, Instituciones, que tiene que ver con la honestidad y eficacia del gobierno, y Eficiencia en los Negocios, que tiene que ver con la productividad y competitividad de las empresas. El primero registró el peor resultado y el segundo el mejor: la tasa de crecimiento promedio anual del componente Instituciones fue menos 0.76 por ciento; la del componente Eficiencia en los Negocios fue 2.72 por ciento. ¿Quién hizo mal su tarea? El gobierno. ¿Quién la hizo bien? La empresa.

Si de la tasa de crecimiento promedio anual pasamos a la tasa de crecimiento acumulado entre 2010 y 2017 el resultado es que el componente Instituciones retrocedió 5.33 por ciento y el componente Eficiencia en los Negocios avanzó 20.58 por ciento. ¿Quién hizo bien su tarea? La empresa. ¿Quién la hizo mal? El gobierno.

¿Qué tanto mejoraría el desempeño de la empresa si el gobierno hiciera bien su tarea? Y si mejorara el desempeño de la empresa, ¿qué tanto más progreso económico alcanzaríamos, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente, capacidad que depende de las inversiones directas, que dependen de la competitividad del país, cuyo talón de Aquiles está en el componente Instituciones, en la honestidad y eficacia del gobierno?

Cito del reporte del INEGI: comparando 2017 con 2016 “el componente Instituciones cae 3.43 por ciento debido a que se incrementaron las tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes, de víctimas de delito por cada 100 mil habitantes y de incidencia delictiva por cada 100 mil habitantes, ocasionando con ello una caída en los subcomponentes de Seguridad y Eficiencia de Gobierno, este último por un aumento en la tasa de prevalencia de corrupción en trámites”.

Con AMLO, ¿mejoraremos?