Cuando la gente está dispuesta a aceptar humillaciones y ceder libertad a cambio de una pizca de más seguridad, podemos estar seguros de que los políticos se aprovecharán de eso para aumentar la burocracia, los controles y las formalidades, malgastando aún más dinero de los contribuyentes.
Recuerdo el amplio espacio, los cómodos asientos, las
amables azafatas, sabrosa comida y buenos vinos que servían en los vuelos de Pan
American. Volar hoy en vuelos comerciales es una
verdadera pesadilla. Nunca se sabe a qué hora despegará el avión, mucho menos a
qué hora llegaremos a nuestro destino o si las maletas llegarán junto con
nosotros.
A pesar de que los aviones son mucho más rápidos, todo
ha desmejorado y lo peor sucede antes de montarse en el avión. La prohibición
de llevar líquidos me parece absurda, pero más me disgusta que a mi esposa la
obliguen a caminar descalza por donde pasan miles de personas cada día,
mientras le revisan sus zapatos y su equipaje de mano. La agencia de seguridad
del transporte (Transportation Security
Administration) gasta 7 mil millones de dólares al
año en tratarnos a todos los viajeros como terroristas potenciales e invierten más
dinero para poder vernos desnudos en una pantalla.
Si usted, por mala suerte, tiene el mismo nombre o un
nombre parecido de alguien que aparece en la lista de posibles terroristas,
mejor es que viaje en tren o en autobús. El senador Ted
Kennedy, uno de los políticos más conocidos y hermano menor de un famoso presidente
de Estados Unidos, ha tenido múltiples problemas en aeropuertos por ser su
nombre parecido al apodo utilizado por un delincuente.
Y si le da miedo volar en avión, mejor es que no lo
demuestre cuando está en la cola para abordar, ya que eso puede ser mal
interpretado por quienes están chequeando a los pasajeros.
Los pilotos y demás miembros de la tripulación también
tienen que perder tiempo y pasar por los mismos puntos de control de seguridad,
pero no las personas que limpian los aviones y, por tanto, ellos quizás sí podrían
esconder armas o material explosivo dentro de los aviones.
Lamentablemente, seguirán surgiendo criminales y
terroristas, pero la labor de las autoridades es detectarlos y llevarlos a
juicio, no tratar a toda la gente como criminales y terroristas potenciales.
Claro que el delincuente o criminal que planea su
primera fechoría no va a estar en ninguna lista. Pero, según el diario Chicago Tribune,
esa lista oficial ya contiene más de un millón de nombres y aumenta a un
promedio de 20 mil nombres mensuales.
Cuando la gente está dispuesta a aceptar humillaciones
y ceder libertad a cambio de una pizca de más seguridad, podemos estar seguros
de que los políticos se aprovecharán de eso para aumentar la burocracia, los
controles y las formalidades, malgastando aún más dinero
de los contribuyentes.
___*
EntrarDurante siglos se ha debatido quién debe detentar el poder y no los límites de ese poder.