Un día decidió Satanás salir del infierno en jira de trabajo a ver como progresaban sus intereses. Quedó satisfecho de los éxitos de sus pupilos en lugares prioritarios y estratégicos como Chilpancingo, Ayotzinapa, Cocula, la ciudad de México, Apatzingán, Atlacomulco, Badiraguato, Almoloya y varios más.

Los condenados aprovechaban las ausencias para platicar con sus pares, libres por un rato de las pulsiones sádicas de Belcebú. Conversaban en mutua admiración Hitler y Napoleón, Maquiavelo y Montesquieu, Stalin y Gengis Khan, Huerta y Obregón, Julio César y Mussolini. Fue momento para que se conocieran dos pájaros de cuenta de reciente ingreso.

Donald Trump: Me dijeron que en este fucking joint podría tropezarme con el célebre mesías tropical. ¿Eres tú?
Andrés Manuel López Obrador: Sí, aquí están los que se creyeron mesías, pero el tropical resulta de que sí, soy yo.
DT: ¿No decías que eras invencible? Y te mandaron a los apretados infiernos.
AMLO: No, para nada, yo nunca perdí, estoy aquí porque me hicieron fraude.
DT: Yo sí soy invencible. No me gusta perder. No pierdo nunca. Fueron Fox News y la fucking Megyn Kelly. Esa vieja sangra de sus ojos y de su… de donde sea. Sin ir al debate lo gané yo, porque nadie habló de lo dicho allí sino de mi ausencia.
AMLO: ¿Y por eso no asististe al debate? Nuestro Fox lo quería hoy, hoy, hoy y ya ves que se fue al basurero de la historia.
DT: Allí te mandaron cuando no quisiste asistir al debate, pero tú sí perdiste. Yo podría dispararle a alguien a media Quinta Avenida y no perdería un solo votante.
AMLO: Yo no perdí, lo que pasa es de que ese maldito usurpador me robó la presidencia pero soy el presidente legítimo. Ni una pluma le han quitado a mi gallo.
DT: Perdiste otra vez cuando no te funcionó lo de tu república amorosa. Reconoce que no votaron por ti. En cambio a mí me favorecen todas las encuestas.
AMLO: Las encuestas están copeteadas. Se me hace que tú las mandas a hacer.
DT: Te equivocas. Te pasa lo que a mí: mis partidarios son tan imbéciles que hasta a mí me siguen y así tomé control del partido republicano mientras tú te ibas del PRI al PRD, luego al PT y ahora a Morena. Me carcajeaba ver como mis fucking seguidores se divertían con mis gracejadas e insultos y se creyeron que iba a hacer un muro pagado por ustedes para no dejarlos entrar. También se asustaron con que iba a expulsar musulmanes y gravar con 25% a productos chinos y obligar a Apple a no producir en China, aunque todo eso no tenga sentido. Y prometí lo mismo que Obama, Clinton y compañía, suprimir el TLC.
AMLO: A mí también me divertía ver a nuestros adversarios alarmarse porque era un peligro para México. Mis partidarios se creyeron lo de mi honestidad valiente y me encantaba oírlos corear “Es un honor / Estar con Obrador”. Les costó trabajo inventar esa rima.
DT: De mí también dijeron que era un peligro pero mi campaña dio enorme presencia a la marca Trump. Hice un negociazo y siempre he ganado dinero con los fucking políticos, porque yo les doy y ellos me dan. Si no te haces rico tratando con políticos, estás mal. No me digas que no has ganado dinerales con la política.
AMLO: Mira, Hank dijo que un político pobre es un pobre político pero yo lo que he ganado ha sido para servicio de mi país porque lo que más estimo más importante es mi honestidad, mi congruencia. No soy un ambicioso vulgar. No estoy obcecado de poder. Si no acepto un resultado que no me favorece es por el fraude.
DT: Uy, me conmueven tus fucking enjuagues de purificación. ¿De qué vives? Nunca has estado en un trabajo productivo que no dependa de los impuestos y del gobierno y sus dinerales a los partidos. ¿No sacaste buenísimas tajadas de tus segundos pisos ni cobraste nada de los sobornos de Bejarano o los trastupijes de Ponce, o los ambulantes? ¡No digas pejismos! Eres un fucking millonario pero a diferencia de mí, hiciste tu dinero a la sombra del gobierno y de cobijar mafias con tu poder. Yo lo hice siendo eficaz como empresario.
AMLO: Y tú no digas tromperías ni hagas cortinas de humo. El pueblo se cansa de tanta pinche transa. El cáncer de este país es la corrupción. Morena es la esperanza de México.
DT: Y eres parte de la corrupción como también soy yo, pero no ves que el modo de ganar es negociando. Te das frentazos con todo el mundo y eres tan radical que espantas a votantes que no comparten tus excesos. Yo no pierdo nunca y tú siempre serás un perdedor. Claro que a mí también me encanta parecer víctima o ser radical, pero por táctica. ¿No has leído mi libro del arte de la negociación? ¡Ah! olvidaba que tus libros te los escriben y tú no lees.
AMLO: ¿Qué me importan las teorías? El pueblo bueno es el que me quiere. Yo hago caso de lo que diga la gente. Yo soy la esperanza de México.
DT: Y también dirás que eres el camino, la verdad y la vida y te identificas con Jesucristo porque a él también lo espiaron los poderosos de su época y lo crucificaron. Pero tan te crees tu cuento del mesías que te dejas crucificar con tal de darte el gusto de echar la culpa a la fucking mafia del poder.
AMLO: Veo que tú también me estás haciendo guerra sucia y un compló. Pareces de la mafia del poder. ¿Te paga Televisa, o el innombrable?
DT: ¡Claro que soy rico y me he beneficiado de corromper a políticos pero no ando presumiendo que soy muy fucking limpio! A todos nos apesta la cola pero el chiste es evitar que nos la pisen. Y eso, sólo con dinero. Ganas me dieron de cantar “Te pareces tanto a mí…”
AMLO: Con razón dicen tus adversarios que eres un enfermo mental.
DT: Y de ti dicen que eres psicópata y tienen razón y yo también lo soy. ¿Pero te importa? ¿No te gusta ganar, manipular, mentir y ser un fucking cínico? ¿No es cómodo no tener consideración alguna con el daño que haces a los demás?
AMLO: No te entiendo. Yo soy amoroso y la alegría está por llegar. Yo sacaré a mi pueblo del despeñadero. Yo soy la esperanza de México.
DT: Eres tan psicópata como yo pero no te das cuenta de lo que te quiero decir.
AMLO: Ya una vez me hicieron preguntas que no supe contestar y mejor ni me las preguntaron. Yo haré lo que diga mi dedito. Tú eres un neoliberal. Voy a vender el avión y como soy progresista echaré p’atrás las reformas de Peña. Y devolveré Luz y Fuerza del Centro al sindicato.
DT: ¿Y entonces al mismo SME le vas a quitar la concesión de los hidroeléctricas que les dio Peña para que se beneficien de la reforma energética? ¿Vas a perjudicar así al nuevo empresario Martín Esparza?
AMLO: Pemex va a estar mejor, se va a limpiar de corrupción y todo el sector energético se va a utilizar como palanca de desarrollo.
DT: No me contestas ni entiendes mi pregunta. Lástima. Serías buenísimo como presidente porque a Estados Unidos no le conviene un vecino próspero en el traspatio; yo votaría por ti.
AMLO: Para bien de todos, primero los pobres.
DT: Claro pero no te falta lana. Me dicen que hasta tu fucking casa tienes ya en la Toscana, lo más caro de Bosques de las Lomas. Se me hace que eres un pirrurris, como tus hijitos. ¿Por qué no mejor te vas a vivir a tu rancho La Chingada, allí en Palenque?
AMLO: ¡Ya cállate, copetón, deja de estar gritando como chachalaca! ¡Al diablo con tus maquinaciones!

Y en eso regresó al infierno ese mero, el mismísimo diablo, a poner orden a base de gritos desaforados. “¡Réprobos malditos, condenados platicadores, ya saben que en el círculo infernal de los demagogos el castigo mayor es que ya nunca más puedan hablar! ¡Los condeno al apando durante tres sexenios, a ver si así se les quita lo rejegos, recontrajijos del averno!” Y los trinchó por medio cuerpo tras sacarlos a latigazos, subió el termostato de las calderas y los aventó a la más oculta mazmorra de ese lugar maldito donde impera la tristeza, y el llanto y el crujir de dientes.